MONTERREY.- Los regiomontanos aprovecharon ayer la nueva reactivación anunciada por Salud… y salieron para “despejarse”.
Entre medidas para evitar contagios, los casinos, cines y restaurantes, así como otros espacios que pudieron operar después de meses de estar limitados por la pandemia del Covid-19, como aquéllos al aire libre, se convirtieron en testigos del alivio de personas que confesaron que el aislamiento los estaba sofocando.
“Vine para despejarme un poquito del estrés de estar encerrada”, dijo Patricia Dorado al salir del Casino Revolución, en Monterrey.
Según contó, su esposo contrajo Covid-19 hace cuatro meses y ella necesitaba un respiro.
“Fue algo difícil (la enfermedad). Mi casa no es muy grande, y estar encerrado en un solo cuarto, tener yo que atenderlo, y nada de que mis nietos se arrimaran. Fue complicado”.
Aunque la reapertura parecía “agüitarse” por la lluvia al inicio del día, al avanzar las horas, los establecimientos recibieron mayor afluencia.
Los cines promovieron el distanciamiento entre los asistentes. [Agencia Reforma]
Además de las ya tradicionales medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas y el gel antibacterial, en los casinos -por ejemplo- deshabilitaron algunas máquinas para incentivar el distanciamiento y no permitieron el ingreso de personas vulnerables, como los adultos mayores.
“Te piden la identificación, como a los jovencitos de 18 (años). Hasta sentí padre”, expresó relajada Mirtala Villarreal, quien dijo tener 63 años.
“Yo creo que entré 15 minutos nada más, pero ya me siento despejada, porque el estrés y el insomnio ya son insoportables”.
Pero no todos corrieron con la misma “suerte” que Mirtala.
“Nada más queríamos distraernos porque estamos encerrados y ya chole”, comentó Lupita Zapata, de 70 años, luego de que no le permitieron entrar al Casino Broadway.
Con menor demanda, los cines también reabrieron este fin de semana, sin permitir tampoco el ingreso de adultos mayores ni de niños menores de 12 años.
Los restaurantes pudieron estar abiertos hasta la medianoche. [Agencia Reforma]
“En situaciones como ésta dividen a la familia porque no podemos traer a nuestros niños”, lamentó Antonio Ortiz, que ayer llegó al Cinépolis Garza Sada con su esposa, pero sin sus hijas, de 4 y 11 años.
“Nosotros éramos de constante asistencia al cine con la familia y sí es diferente, además de traer cubrebocas y todos los cuidados”.
La extensión de horarios fue agradecida por ciudadanos que acudieron a convivir a lugares del Fashion Drive y Main Entrance, en San Pedro.
Aunque dijeron que intentaron seguir todas las medidas sanitarias y no sentirse completamente seguros, también comentaron que ya era necesario reabrir un poco más de restaurantes y otros giros.
“Ay, sí da un poco de miedo”, expresó Lety Garza, de la Colonia Contry La Silla.
“Vamos a cuidarnos lo más posible, pero también está bien que poco a poco se vaya volviendo a la normalidad”.
En los restaurantes de estas plazas se observó que, aunque sí hubo afluencia después de las 22:00 horas, se guardaron las medidas de distancia y había una ocupación moderada.
