Nuevo Laredo, Tam.— A pesar de que Carmen Lilia Canturosas Villarreal ganó las elecciones de 2021 y ostenta el cargo de alcaldesa en el principal puerto fronterizo de México, la verdadera fuerza detrás del gobierno de Nuevo Laredo reside en un grupo de individuos vinculados al esquema de corrupción del Clan Carmona.
Canturosas Villarreal ha cedido las posiciones clave en el actual ayuntamiento a individuos impuestos por el Clan Carmona, como pago por los favores y el financiamiento otorgado en la pasada elección y ahora cuando busca reelegirse como presenta municipal.
Este clan, ahora liderado por Perla Sharaza McDonald Sánchez, viuda de Sergio Carmona, opera un Gobierno Paralelo en Tamaulipas y mantiene un férreo control político en esta ciudad.
La campaña política de 2021, en la que Carmen Lilia resultó electa por un margen estrecho de votos (2 mil 250 votos), fue financiada con dinero proveniente de actividades ilegales relacionadas con el huachicol, controladas por el fallecido Sergio Carmona. Ahora, su viuda, cobrando favores y deudas, es quien mantiene el dominio político en la ciudad, que próximamente albergará las oficinas de la Agencia Nacional de Aduanas de México.
Según las investigaciones llevadas a cabo por Código Magenta, Canturosas y su esposo, el ex director de la Policía Judicial del Estado, Oscar Mario Hinojosa Ramírez, están implicados en un esquema corrupto que otorga el control de la ciudad a individuos vinculados al Clan Carmona y al Cártel del Golfo de Reynosa. Estos individuos ocupan puestos estratégicos en la administración municipal como parte del pago por financiar las campañas electorales.
Dentro de la estructura administrativa municipal, figuran nombres importantes como Gonzalo Hernández Carrizales, jefe de la Oficina de la Presidenta, quien maneja un presupuesto anual de 330 millones de pesos, superior incluso al de instituciones como el Sistema DIF Municipal o el programa de becas municipales.
Además, Adrián Alexandro López Villanueva, director de Atención Ciudadana, controla el Registro Público Vehicular (REPUVE) Municipal, mediante el cual se han nacionalizado más de 50 mil vehículos, muchos de ellos sin la documentación adecuada. Ambos manejan presupuestos millonarios y programas esenciales para la ciudad.
Este complejo entramado de corrupción también involucra a figuras como Rolando Martín Guevara González, secretario del Ayuntamiento, y José Armando Garza Faz, responsable de Adquisiciones, este último señalado por prácticas ilícitas como el cobro de comisiones y el favoritismo hacia empresas de Reynosa.
Otros funcionarios ligados son; la arquitecta Silvia Ariadna Fernández Gallardo Boone, gerente de COMAPA, quien utiliza una camioneta rentada por el Ayuntamiento, que usa solo para ir de compras a la vecina ciudad y el regidor con licencia Sergio Ojeda, quien no vive en Nuevo Laredo, si no en Laredo, Texas, al ser ciudadano estadounidense.
El actual regidor con licencia en la pasada elección municipal pacto en casa de Sergio Carmona con Carmen Lilia para “hacerse” a un lado y dejarla a ella como única aspirante a la alcaldía, esto dentro del esquema de corrupción implementado por Carmona, apodado El Rey del Huachicol.
El actual escenario político plantea una pregunta crucial para los habitantes de Nuevo Laredo: ¿Quién ejerce realmente el gobierno de la ciudad en medio de esta red de intereses corruptos? Las respuestas podrían definir el futuro político y la estabilidad de la región.
