NUEVO LAREDO, TAM.- Cada mes, la Procuraduría Federal del Consumidor Profeco inspecciona de forma aleatoria las gasolineras de Nuevo Laredo para comprobar que venden “litros de a litro”, lo que será obligatorio a partir de octubre.
Con las inspecciones, el personal de la Profeco detecta alteraciones en las bombas y en la calidad del combustible, y de comprobar que los dueños de gasolineras venden litros incompletos, entre las sanciones es inmovilizar las bombas, y en los casos cuando los dueños impiden las revisiones son acreedores a multas hasta por 800 mil pesos.
A partir del primer día de octubre con la NOM-005-SCFI-2017, las gasolineras deberán despachar litros completos, y dicha Norma contempla cambios obligatorios, como es comprar bombas nuevas, actualizar los dispensadores, así como los sistemas de software para medir de forma más exacta si los litros que se dan a los consumidores son completos.
José Luis Palos Morales, presidente de la Asociación de Gasolineras de Nuevo Laredo, aclaró que desde siempre los dueños de las 57 estaciones de servicio venden litros completos, y así lo han demostrado las inspecciones de la Profeco del actual gobierno federal desde enero del 2019 porque ninguna ha sido multada ni clausurada.
Con los bajos ingresos que registran todas las estaciones de servicio en Nuevo Laredo, afirmó que sería bastante negativo que se cierre una gasolinera por incumplir con los estándares de calidad en combustibles o por no apegarse a la normatividad que regula la calibración de las bombas, y vender en consecuencia litros incompletos, por eso los dueños de gasolineras son respetuosos de las disposiciones.
Desde abril al agudizarse la pandemia de Covid-19 y hasta la fecha, el sector gasolinero local reporta disminución en sus ventas entre un 50 y 60 por ciento de sus ventas al reducirse la cantidad de vehículos en circulación debido a la crisis sanitaria, y solamente registraron un ligero aumento a principios de junio cuando se reactivó una parte de la actividad comercial.
