LAREDO, TX.- Luego de que se anunciara la ampliación hasta el 21 de octubre del cierre de la frontera a compradores mexicanos por el Covid-19, legisladores y funcionarios advirtieron sobre los daños en el sur de Texas por la restricción que el lunes 21 de septiembre cumple seis meses.
“Esto, sin duda, viene a pegar muy fuerte a la economía de estas comunidades, que no ven
una esperanza de reapertura de la frontera”, afirmó el demócrata Henry Cuellar, congresista federal por el sur texano.
La ampliación del cierre, advirtió, afectará aún más la economía de Laredo, McAllen y otras comunidades que han visto el cierre de negocios y caídas de más del 60 por ciento en sus ventas ante la ausencia de mexicanos.
Recordó que desde hace dos meses propuso al Departamento de Seguridad Nacional flexibilizar el cruce de viajeros no esenciales a fin de reactivar la economía de la zona fronteriza con medidas sanitarias.
La frontera se mantiene cerrada desde el 21 de marzo, pero la prohibición -que se ha renovado mensualmente- sólo aplica a mexicanos.
A finales de agosto, cuando se cumplían cinco meses del cierre de la frontera entre México y Estados Unidos para viajes “no esenciales”, las ventas de los negocios del sur de Texas habían caído en un 65 por ciento.
“Para subsistir los comercios han tenido que despedir a empleados y algunos cerrar”, dijo, en aquella ocasión, Carlos Marín, presidente de la Cámara de Comercio Internacional de McAllen.
Y el panorama de despido de empleados y cierre de negocios seguiría al menos un mes más, hasta finales de septiembre debido al Covid-19.
En los Condados de Webb, donde se encuentra Laredo, y de Cameron, a los que pertenecen Brownsville y la Isla del Padre, las ventas habían sufrido una caída de entre un 60 y un 65 por ciento, según organismos empresariales.
