Nuevo Laredo, Tam. – El recientemente inaugurado puente vehicular en la Calzada de los Héroes y Eva Sámano, lejos de beneficiar, ha venido a perjudicar a miles de familias en las colonias La Fe y Cavazos Lerma, Francisco Villa, entre otras. Una obra con un costo de 140 millones de pesos, realizada por la empresa TRACOMSA de Reynosa, la favorita de Carmen Lilia Canturosas y Carlos German de Anda, secretario de Obras Públicas, a quien el Gobierno Municipal, le ha entregado las obras más costosas.
La nueva obra ha eliminado el acceso directo que conectaba la colonia La Fe con el Bulevar Manuel Ávila Camacho y la Calzada de los Héroes, obligando a los residentes a extender sus trayectos hasta la Eva Sámano para luego retornar y entrar por Ávila Camacho. Este cambio ha causado indignación entre los habitantes, quienes ahora deben hacer recorridos más largos y costosos.
“Nos hacen ir hasta la Eva Sámano cuando antes entrábamos por Ávila Camacho, como si la gasolina estuviera barata. Esta obra nos vino a fregar”, señaló la señora Carmela, vecina de la colonia La Fe.
Además del inconveniente de los trayectos prolongados, la eliminación del semáforo en Ávila Camacho ha aumentado los riesgos para los conductores. “Todos los carros que vienen bajando de ese puente vienen como si fuera pista de carreras y no nos dan chance de agarrar con tranquilidad la calle. Tenemos que salir rápido, poniendo en riesgo la seguridad de nuestros vehículos y nuestras propias vidas”, continuó Carmela.
El impacto de la obra no se limita a los residentes de las colonias afectadas. La eliminación del acceso principal ha dificultado el ingreso a importantes edificios públicos como el Edificio de Seguridad Pública, el Centro Oncológico, la Sala de Audiencia del Tercer Distrito Judicial, Tránsito Municipal, la Jurisdicción Sanitaria Número 5, el Centro de Rehabilitación Integral (CRI), la Clínica 76 del IMSS, una guardería, la Fiscalía General de Justicia (FGJ), el Centro de Acopio de Materiales Peligrosos, el Tribunal Laboral y el Banco Bienestar, donde acuden miles de adultos mayores.
“Ahora tenemos que rodear más. En lugar de avanzar, vamos para atrás. Parece que no quieren que entre la ciudadanía a estos edificios ni a la colonia donde vivimos”, añadió la señora Carmela.
La frustración de los residentes es palpable, y muchos esperan que las autoridades tomen medidas para mitigar los problemas causados por el nuevo puente. La falta de una planificación adecuada parece haber agravado la situación, generando críticas sobre la efectividad de las obras públicas en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.