CIUDAD DE MÉXICO.- La pandemia del Covid-19 no sólo nubló el panorama económico de México con la infección y muerte de trabajos y empresas, sino que también debilitó la de por sí vulnerable salud de oportunidades laborales para jóvenes universitarios.
Las cifras son poco alentadoras: entre marzo y mayo de este año, se perdieron 386 mil 365 empleos formales ocupados por personas de entre 15 y 24 años, de acuerdo con información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Para poner en perspectiva los datos, es como dejar sin posibilidad de una plaza a toda la comunidad estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) del ciclo escolar 2019-2020, que fue de 360 mil 883 alumnos —posgrado, licenciatura, bachillerato, así como propedéutico.
Otra forma de ver lo dramático del brote de coronavirus sobre los trabajos formales de los más jóvenes es el ritmo de su destrucción, ya que durante esos tres meses se perdió un empleo cada 21 segundos.
Jóvenes recién egresados de la universidad consultados por EL UNIVERSAL mencionaron que, a raíz del Covid-19 y el panorama que se vislumbra, están preocupados por la incertidumbre laboral, se sienten ansiosos e incluso llegan a enfrentar depresión.
Ivonne Vargas, asesora en planificación de vida y carrera, y autora del libro Contrátame, explicó que la complejidad que se enfrenta como joven para vincularse al sector laboral no viene del confinamiento, pero sí impondrá un desafío ante la pérdida de plazas.
Detalló que 90% de las vacantes de una bolsa de trabajo piden tener experiencia, y más de 30% de los empleadores descartan a un candidato por no tenerla. Otro problema, señaló, es que quienes cuentan con ella no la saben vender, por lo que cierran sus posibilidades.
El director del grupo de expertos especializados en recursos humanos Acuatro RH, Alexandre Rodel, indicó que otras complejidades que enfrentan son la poca oferta y mucha demanda, que los perfiles solicitados exigen mucho y la edad.
“Siempre ha sido difícil trabajar con los recién egresados, porque vienen de la universidad, donde les dicen que son los mejores, que ganarán mucho o tendrán grandes puestos. Sin embargo, cuando apenas empiezas, no percibes lo suficiente ni haces un proyecto superinteresante y trabajas bastante. Puede ser frustrante para un joven que le hayan prometido lo mejor”.
LAS COMPETENCIAS
El mercado laboral evolucionó con el tiempo y actualmente hay menos oferta y más demanda. “[Ya no estamos hablando de que] por cada egresado había cuatro o cinco vacantes; hoy tú sales y la relación es al revés”, expuso Ivonne Vargas.
Explicó que ahora pueden llegar de 300 a 500 currículums por una plaza, de los cuales sólo cinco van a llegar a entrevista. “El joven tiene que entender cómo generar un perfil diferenciador, sobresalir a través de sus fortalezas”, abundó.
Erika Villavicencio Ayub, investigadora y directora en recursos humanos para varias firmas, mencionó que las opciones para laborar no son tantas, porque hay sobrepoblación y mucha deserción: “Las empresas batallan mucho para encontrar personas calificadas”.
De acuerdo con el estudio Escasez de talento, de la compañía especializada en recursos humanos Manpower, 52% de los empleadores tiene dificultades para cubrir vacantes por aspiraciones salariales mayores de los solicitantes, falta de experiencia y carencia en habilidades técnicas.
Las consultas que realizó este diario arrojaron que la mayoría de los jóvenes encuestados se sienten seguros de sus capacidades para laborar en lo que estudiaron; sin embargo, algunos reconocen que la universidad no les dio las bases suficientes. Además, es baja la proporción de quienes recurren a algún programa de bolsa de trabajo dentro de su escuela o se acerca a alguno de sus profesores para asesorarse sobre su futuro laboral.
UN OBSTÁCULO MÁS
Si para un joven es complicado hallar empleo en cualquier circunstancia, con la pandemia esto se recrudece.
La firma de consultoría Mercer informó que 79% de las empresas en México declararon que pospondrán el reclutamiento y los negocios buscarán hacer más con menos, tanto con su personal como en recorte de sueldos y prestaciones.
“Mi estimación ronda en que se superarán los 2.2 millones de desempleados sólo por el virus”, pronosticó Villavicencio Ayub.
Laura Patricia Montoya Jiménez, directora de Planeación en la Dirección General de Orientación y Atención Educativa del Sistema Universitario de Bolsa de Trabajo en la Universidad Nacional Autónoma de México, declaró que, hasta marzo de este año, se atendió a más de 10 mil universitarios de todos los esquemas, de los cuales 2 mil 449 habían sido nuevos registros.