CIUDAD DE MÉXICO.- Si es cierto aquello de que el amor sin admiración mutua no existe, la relación sentimental entre los cineastas Noah Baumbach y Greta Gerwig, rey y reina del indie, está destinada a perdurar.
El director de Historia de un Matrimonio y la realizadora de Mujercitas se encuentran, quizás, en la cúspide de sus carreras: sus más recientes filmes son dos de los más aclamados del año y están nominados a los Globos de Oro (en seis categorías el de él, en dos el de ella), que se celebran la noche de este domingo.
Sus nombres, auguran los expertos, podrían señalarse el 13 de enero cuando se anuncien los nominados al Óscar a Mejor Director.
La situación es inédita y sólo invita a pensar en 2010, cuando Kathryn Bigelow (Zona de Miedo) y James Cameron (Avatar), entonces ya ex pareja, se disputaron las estatuillas de Mejor Película y Director.
Baumbach, neoyorquino de 50 años, y Gerwig, californiana 14 años menor, están juntos desde 2011. Tienen un bebé de 9 meses, Harold.
El inicio de su relación es difuso: se conocieron en 2009, en el rodaje de la comedia Greenberg, de Baumbach en la que Gerwig aparecía como actriz.
En ese entonces, Noah aún estaba casado con Jennifer Jason Leigh, de quien se divorciaría un año después. Greta, por su parte, tenía un novio al que acabaría abandonando.
Comenzaron a cimentar lo suyo con Frances Ha (2012), una comedia romántica escrita por ellos a cuatro manos, dirigida por él y protagonizada por ella. La ecuación la repitieron en 2015 con Mistress America.
“No nos estoy comparando con Lennon y McCartney, pero ellos hicieron grandes cosas en solitario, si bien cuando trabajaron juntos crearon algo aún mayor”, definió su relación Greta, en 2013, a The Globe and Mail.
Se dice que Noah fue quien animó a Greta a tomar las riendas de una dirección en solitario con su autobiográfica Lady Bird (2017). Antes de ello sólo tenía un crédito como codirectora.
Sus estilos también se han nutrido mutuamente: él, de vena más dramática, intelectual y proveniente de familia artística, se ha permitido aligerarse desde que la conoció.
Ella, en cambio, amante de la comedia e hija de una enfermera y un empleado de una cooperativa de crédito, confió en que podía hacer cosas trascendentes.
En una entrevista con The Hollywood Reporter, Noah y Greta confesaron que justamente sus profesiones son bendiciones y maldiciones para su relación.
Del lado bueno: ambos son conscientes de lo desgastante que es un rodaje, en el que prácticamente no hay tiempo para nada más.
Por el malo: los rodajes, justamente, los alejan uno del otro, a veces hasta por cientos de kilómetros, y lo suyo parece amor a distancia.
“Llegas a casa a las 3 de la mañana y te subes a la cama y la otra persona está medio dormida y te sientes arruinado y solitario y ni siquiera estás seguro si en la filmación lo hiciste bien”, contó Baumbach.
“Lo que más quieres es que alguien te mime, porque el rodaje es muy desgastante, pero debido a que ambos lo hacemos no siempre hemos podido ser esas personas. A veces no es posible”, completó Gerwig.
Si hay parejas que, conforme pasan los años, disfrutan más lejos que cerca del otro, ellos no son así. Su próximo proyecto, que escriben ambos y ella dirigirá, es la película de Barbie.
