VARSOVIA.- Ola Kozak tiene motivos para celebrar. La niña de 11 años, a quien le encanta la música y dibujar, espera tener más tiempo para dedicarlo a sus pasatiempos después que el gobierno de Polonia ordenó estrictos límites a la cantidad de tarea en determinados grados de educación primaria.
“Estoy contenta”, dijo la alumna de quinto grado que vive en un suburbio de Varsovia con sus padres y hermanos menores. Los muros color lila de su habitación están cubiertos con su arte, y en su escritorio tiene un retrato enmarcado que dibujó de Kurt Cobain.
“La mayoría de las personas en mi clase copiaban la tarea por las mañanas de alguien que sí la había hecho o la sacaban de internet. Así que no tenía ningún sentido”, declaró.
El gobierno del primer ministro Donald Tusk promulgó este mes la medida en cuanto a las tareas obligatorias en medio de un debate más amplio sobre la necesidad de modernizar el sistema de educación polaco, el cual según los críticos pone demasiado énfasis en el aprendizaje memorístico y la tarea, y no el suficiente en el pensamiento crítico y la creatividad.
Según el decreto, los maestros ya no pueden asignar tarea obligatoria a los niños de primero a tercer grado. Del cuarto al octavo grado, la tarea es opcional y no tiene valor en la calificación.
No a todos les gusta ese cambio. Los padres de Ola, por ejemplo, tienen puntos de vista contrapuestos.
“Si hay algo que haga que los niños disfruten más la escuela, entonces probablemente sea bueno para los estudiantes y para la escuela”, dijo su padre, Pawel Kozak.
Su esposa, Magda Kozak, se mostró escéptica. “No me complace, porque (la tarea) es una manera de consolidar lo aprendido”, señaló. “Ayuda a mantenerse al corriente sobre lo que un niño ha aprendido realmente y lo que está sucediendo en la escuela”.
La discusión sobre la cantidad apropiada de tarea es algo común en todo el mundo. Si bien algunos estudios han demostrado que la tarea entre los estudiantes más jóvenes es de poco beneficio, otros expertos afirman que puede ayudarlos a desarrollar hábitos de estudio y conceptos académicos.
El sistema educativo de Polonia ha pasado por una serie de polémicas reformas. Casi todos los nuevos gobiernos han tratado de hacer cambios, algo que muchos maestros y padres de familia aseguran que les ha traído confusión y frustración.
Por ejemplo, tras la salida del comunismo, se introdujo la educación media básica. Luego, durante el gobierno más reciente, se retomó el sistema previo. Más controversia surgió en los últimos años, cuando se impulsaron posturas ultraconservadoras en los nuevos libros de texto.
Los maestros han estado huyendo del sistema durante años debido a los bajos salarios y a la presión política. El gobierno actual está tratando de aumentar los sueldos de los maestros y ha prometido otros cambios que cuentan con la aprobación del cuerpo docente.
Pero Slawomir Broniarz, presidente del Sindicato de Maestros de Polonia, dijo que si bien reconoce la necesidad de aliviar el peso que recae sobre los alumnos, las nuevas reglas respecto a la tarea son otro ejemplo de un cambio impuesto desde arriba sin llevar a cabo las consultas adecuadas con los educadores.
“En general, los maestros piensan que esto ocurrió demasiado rápido, fue muy apresurado”, declaró.
Las normas sobre la tarea cobraron impulso antes de las elecciones parlamentarias del año pasado, cuando un niño de 14 años, Maciek Matuszewski, se levantó en un mitin de campaña y dijo a Tusk ante una audiencia nacional que los niños “no tenían tiempo para descansar”. El chico dijo que se estaban violando sus derechos con tanta tarea los fines de semana y tantos exámenes los lunes.
Desde entonces, Tusk ha incluido a Matuszewski en videos en redes sociales y lo ha convertido en el rostro del repentino cambio.
La ministra de Educación, Barbara Nowacka, dijo que se vio impulsada por investigación sobre la salud mental de los niños. De las diversas tensiones a las que se enfrentan los niños, dijo, “la que se podía eliminar más rápidamente era la carga de la tarea escolar”.
Pasi Sahlberg, destacado educador y autor finlandés, afirmó que el valor de los deberes escolares depende de lo que sean y de cómo estén vinculados al aprendizaje general. La necesidad de tarea puede ser “muy individual y contextual”.
“Tenemos que confiar en que nuestros profesores decidan lo que es bueno para cada niño”, dijo Sahlberg.
