CIUDAD DE MÉXICO.- En la fachada del Palacio de la Comunidad de Parzeczew, una villa mayormente rural en el centro de Polonia, un andamio recibe a los ciudadanos que se aproximan a las oficinas administrativas para desahogar algún trámite.
No se trata, sin embargo, de alguna remodelación o arreglo, sino una contribución fraternal de artistas mexicanos a las celebraciones por los 600 años de la fundación del poblado.
Poco a poco, en el transcurso de este mes, un mural del artista Jesús González, director de la Escuela de Muralismo y Arquitectura Vernácula de Oaxaca, irá apareciendo ante los ojos de los habitantes de Parzeczew.
“Para mí es un honor que me hayan invitado, que un mexicano vaya a hacer un mural al fresco; son 50 metros cuadrados”, relata en entrevista, emocionado por el intercambio.
Apoyado por la también artista oaxaqueña Siegrid Wiese, el muralista ya se encuentra en Polonia para honrar la tradición milenaria de la pintura al fresco y, como lo hicieran los grandes muralistas del siglo 20, plasmar la historia de un lugar en uno de sus edificios cívicos.
“A mí me invitaron a desarrollar este mural sobre la historia de los 600 años de Parzeczew y ellos me enviaron información, notas de la historia, todo eso, aparte de lo que yo estuve investigando, documentándome, para realizar el proyecto que va desde tiempos antiguos”, explica González.
Con sus glorias y tragedias, la historia comienza con una escena de cacería de búfalos y lobos protagonizada por Wojciech de Parzeczew, fundador de la villa, quien solicitó y recibió el título de la ciudad por parte de la Corona.
Se muestran también escenas de la famosa batalla de Grunwald, en la que el Rey Vladislao II de Polonia, en alianza con el Gran Ducado de Lituania, derrotó a los Caballeros Teutones, el 15 de julio de 1410.
La tragedia de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, desde luego, también se conmemora en medio de esta revisión histórica cronológica, además de incluirse algunos personajes importantes de la historia polaca, como Santa Eduviges y Nicolás Copérnico.
“Está todo lo que pasó Polonia, hasta tiempos actuales; está la poesía, la arquitectura, la medicina; ahora con esto de las vacunas también, hay unas imágenes por ahí”, detalla González.
En cierta forma, el muralista ya es un conocedor del país europeo, con el que ha tenido colaboraciones desde 2010, año en que realizó proyectos como parte de las conmemoraciones por el bicentenario del inicio de la Guerra de Independencia en México y el centenario de la Revolución Mexicana.
“Estuve también trabajando en el Museo de Arqueología de Varsovia y dando clases de pintura a niños de una primaria en Varsovia que tiene el nombre de Benito Juárez, entonces hay una relación también ahí con México”, relata.
Además, ha impartido conferencias en la Universidad de Varsovia, en la Academia de Bellas Artes, donde, aunque es poco sabido, se encuentra uno de los estudios de pintura mural más importantes del mundo.
“Es un espacio donde los polacos, inclusive los italianos van a estudiar allá, porque pocos espacios como ése; realmente ya casi no hay. Entonces también queda esta inquietud de qué pasó en México con estos estudios de pintura mural, si alguna vez los hubo, ¿qué pasó? ¿Por qué desaparecieron?”, cuestiona.
“En el espacio que te digo en Polonia, de entrada, tú ves los andamios gigantes, que la gente se está subiendo a los andamios, cargando las tablas, trabajando sobre el muro; de eso ya no ves en México, y menos en una escuela de arte; eso fue lo que más me sorprendió”.
González, alumno de Pedro Hernández Ángeles, quien fue uno de los asistentes de Diego Rivera en los murales del Palacio Nacional, en la Ciudad de México, se ha dedicado 30 años a la enseñanza y estudio de la pintura al fresco, tanto en su vertiente italiana como en la tradición milenaria de las culturas prehispánicas.
“Estudiamos cómo le hacían los mayas, cómo le hacían los zapotecas, qué materiales utilizaban, los pigmentos, colores. Entonces eso todo lo hacemos en la Escuela de Muralismo y, cuando doy conferencias, también explico un poco de todo el proceso, cómo le hizo Rivera, cómo le hizo Miguel Ángel, rescatando, principalmente, la técnica del fresco”, abunda.
Es por ello que celebra el fuerte arraigo del muralismo en Polonia.
“También tienen y tuvieron un movimiento muralístico muy fuerte, que casi no se conoce, o no conocemos por acá, pero sí, a donde quiera que vas, hay murales en las calles, e incluso todos estos murales de la era del comunismo, en los 80, 90, todavía están por ahí en Varsovia, en algunas otras ciudades”, detalla.
Ya arriba de los andamios, trabajando arduamente para remontar algunos retrasos a causa de la pandemia de Covid-19, González y Wiese, en colaboración estrecha con un equipo local, ya han iniciado el mural que pudieron diseñar, a escala, en la Biblioteca Pública de Oaxaca y que poco a poco ocupará el Palacio de la comunidad polaca.
A develarse el próximo 12 de septiembre, la obra con los seis siglos de historia de Parzeczew será plasmada para la posteridad por manos mexicanas.
