NUEVO LAREDO, TAM.– La lactancia materna reduce en la mujer el riesgo de padecer cáncer de mama, además que provee al lactante de anticuerpos y evita que se enferme con frecuencia, aseguró Gregorio Jesús Ortegón Martínez, médico de la Unidad de Salud Américo Villarreal.
Señaló que de acuerdo a unos estudios, la mujer que amamanta disminuye 4.3 por ciento la posibilidad de contraer la enfermedad, por cada 12 meses de lactancias.
“Algunos estudios destacan que la incidencia de cáncer de mama desciende de 6.3 al 2.7 por ciento si las mujeres dan pecho a sus hijos por más de seis meses”, comentó.
Resaltó que la lactancia, al igual que el embarazo, reduce la exposición prolongada a estrógenos y progesterona, hormonas que favorecen el crecimiento de algunos tumores.
El doctor manifestó que durante el embarazo se motiva y capacita a las madres para que amamanten.
“Esta etapa es un proceso fundamental para el bienestar del recién nacido y para la mujer, pues además de dotar de anticuerpos al bebé, evita que se enferme con frecuencia, lo ayuda en el crecimiento y a un mejor desarrollo. Y en la mujer es el principal efecto para la reducción en el riesgo de contraer el cáncer de mama”, refirió.
Destacó que no dar seno materno es un factor de riesgo que se ha asociado con la enfermedad, aunque existen muchos otros relacionados con el desarrollo de este cáncer, algunos no modificables como son los heredofamiliares y genéticos.
Recomendó a las mujeres la autoexploración mensual de mamas, a partir de los 20 años; la exploración clínica de mamas, desde los 25, y la mastografía, de los 40 a 69, cada dos años.
“Es importante detectar la presencia de alguna anormalidad en la forma o el tamaño del seno como signos de alerta de cáncer de mama. Si perciben algún bulto, bolita, endurecimiento o cambio de coloración del seno, es motivo suficiente para acudir con el médico familiar para descartar alguna sospecha de cáncer de mama”, concluyó Ortegón.