ATLANTIC CITY, Nueva Jersey.- La fiscalía general de Nueva Jersey investiga si las recientes condenas en contra de Donald Trump por delitos graves en Nueva York lo vuelven inelegible para contar con permisos de venta de alcohol en sus tres campos de golf en Nueva Jersey.
Una portavoz de la fiscalía señaló el lunes que ya se revisa si la condena contra Trump por 34 cargos de delitos graves por pagos indebidos a una actriz porno y falsificar registros financieros podría afectar la capacidad continua del expresidente para contar con permisos de venta de licor.
La ley estatal prohíbe que cualquier persona que haya sido declarada culpable por un delito “que involucre vileza moral” tenga permisos para vender alcohol.
La División de Control de Bebidas Alcohólicas de Nueva Jersey, que forma parte de la oficina del fiscal general, “está revisando el impacto de la condena al presidente Trump en los permisos previamente mencionados, y por el momento se niega a hacer comentarios adicionales”, dijo una portavoz de la fiscalía en un correo electrónico enviado el lunes.
Parte de lo que se toma en cuenta como parte de esa evaluación es el requisito de que “una persona debe tener un carácter respetable y de la cual se esperaría que opere su negocio autorizado de manera respetable”, según la división.
Su manual entra en más detalles, diciendo, “el término ‘vileza moral’ denota un delito grave desde el punto de vista de la sociedad en general, y por lo general contiene elementos de deshonestidad, fraude o depravación”.
Trump es propietario de campos de golf en Bedminster, Colts Neck y Pine Hill en Nueva Jersey, cada uno de los cuales cuenta con un permiso para la venta de licor.
El expresidente ya no posee ningún casino en Atlantic City, donde su antigua empresa, Trump Entertainment Resorts, alguna vez operó tres.
Ni la campaña presidencial de Trump ni su compañía, la Organización Trump, respondieron el lunes a mensajes en busca de comentarios.
La audiencia de sentencia contra Trump en el caso de Nueva York está programada para el 11 de julio, poco antes de que reciba la nominación del Partido Republicano a la presidencia para las elecciones generales de noviembre
