QUITO.- Existen indicios de que los incendios forestales que asedian la periferia de la capital de Ecuador y que llevan más de 24 horas encendidos, fueron iniciados intencionalmente, informó el jueves el alcalde de Quito, Pabel Muñoz.
La forma en que se encendió el fuego en tres puntos simultáneos sugiere que fueron provocados por “pirómanos”, dijo el funcionario en el canal Teleamazonas. Muñoz calificó el hecho como un acto “criminal” y pidió a la policía que identifique a los responsables.
Pasado el mediodía, se registraban tres incendios en la capital. El más grande se extendía en una quebrada al nororiente de la ciudad, donde el fuego se avivó por el fuerte viento que cambiaba bruscamente de dirección. Las llamas se propagaban entre las copas de los árboles, alcanzando entre 15 y 20 metros de altura, confirmó a la AP el cuerpo de Bomberos de Quito.
En medio del humo, moradores de una zona aledaña apoyaban las tareas pasando recipientes de agua de mano en mano, en su intento por impedir que las llamas se extiendan desde las quebradas hacia las viviendas.
El ministerio de Educación suspendió las clases presenciales en más de 20 escuelas de Quito durante esta jornada debido a la mala calidad del aire. La medida se extendió hasta el viernes y se amplió a 32 instituciones educativas, en seis parroquias.
Las autoridades han llamado a que niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias eviten salir a la calle y en caso necesario adopten medidas de precaución y usen tapabocas ante los efectos contaminantes del humo y las partículas suspendidas en el aire.
“Se ha afectado la calidad del aire en Quito”, dijo más temprano Muñoz. Informó, además, que miles de animales de una granja avícola y 20 cabezas de ganado perecieron el miércoles por asfixia. La tarde y noche del miércoles 45 personas fueron evacuadas en las zonas afectadas.
La secretaría de Ambiente del Municipio advirtió en un comunicado sobre la presencia de bruma en el norte y centro de la capital afectando a siete barrios, por lo que recomendó cerrar ventanas y puertas y evitar actividades al aire libre.
Valeria Díaz, técnica de esa dependencia, explicó a The Associated Press que “la contaminación empieza a subir” mientras pasan las horas por los gases rezagados que se encuentran en el ambiente y son llevados por los vientos, sumado al humo de los incendios que permanecen activos.
“Ya se empieza a sentir el olor a humo nuevamente” y es recomendable que las personas sensibles o con enfermedades respiratorias usen tapabocas, dijo Díaz.
Al momento, unas 600 personas están desplegadas realizando tareas de combate al flagelo.
En horas de la mañana, el ir y venir del helicóptero de los bomberos con el sistema de descarga de agua era notorio en la ciudad, así como el ulular de las sirenas de los carros cisterna. Aun así, en las calles del norte de Quito, donde el ambiente lucía despejado, poca gente usaba tapabocas.
Ecuador afronta una temporada de sequía en buena parte del país y los vientos y altas temperaturas, así como la escasa humedad, generan un escenario propicio para los incendios forestales.
Según el último reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos están activos 11 incendios en el país y otros siete están controlados.
La calidad del aire también está afectada en Cuenca, 300 kilómetros al sur de la capital, debido a uno de los mayores incendios forestales que registró el país en los últimos años y que ha consumido cerca de 5.000 hectáreas.