CIUDAD DE MÉXICO.-Petroleras alrededor del mundo plantearon recortes en sus gastos para hacer frente al desplome del crudo causado por la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, y por la potencial caída de la economía ante la extensión del coronavirus.
Una fuente cercana a Chevron, la segunda mayor productora de crudo de Estados Unidos, dijo a Reuters que la compañía buscará reducir sus operaciones en la Cuenca Pérmica, en Texas, la zona que aporta la mayor parte de la extracción de petróleo y gas en América del Norte.
Por separado, las también estadounidenses Marathon Oil, Diamondback Energy y Parsley Energy reportaron que están reduciendo sus labores de perforación.
Marathon, por ejemplo, prometió reducir el gasto en al menos un 30 por ciento con respecto a hace un año.
Analistas del banco canadiense RBC dijeron asimismo que esperan recortes en las actividades de perforación de Devon Energy Corp, Concho Resources y Matador Resources.
Occidental Petroleum, con sede en Houston, indicó que recortará su gasto este año en aproximadamente un 32 por ciento, a unos 3.6 mil millones de dólares.
“Estamos tomando medidas para fortalecer nuestro balance y continuar reduciendo la deuda”, expuso Vicki Hollub, directora ejecutiva de la compañía.
La firma de investigación Rystad Energy estimó que en este año, el gasto total en exploración y producción de las diferentes petroleras se reducirá en unos 100 mil millones de dólares y en otros 150 mil millones en el 2021, si los precios del crudo se mantienen alrededor de los 30 dólares por barril.
“(Las empresas) cancelarán todas las actividades que no generen ingresos”, manifestó Audun Martinsen, de Rystad Energy, quien agregó que la industria del “fracking” en Estados Unidos podría reducir a la mitad la cantidad de pozos que originalmente había planeado perforar.
La calificadora Moody’s alertó que las compañías petroleras más endeudadas serán las que más peligrarán con el desplome de los precios.
“Aquellas con altos niveles de deuda, o aquellas que necesiten de apoyos financieros externos, serán las más vulnerables a las dislocaciones del mercado de capitales, que podrían continuar en los próximos meses”, señaló en un comunicado.
En esta situación está Pemex, pues tiene de entre todas las petroleras en el mundo la deuda más elevada, de 105 mil 200 millones de dólares, y su calificación crediticia ya fue puesta el año pasado en grado especulativo por la agencia Fitch Ratings.
En este contexto, los bonos de Pemex con vencimiento en el 2027 se desplomaron ayer a un nuevo mínimo histórico, al bajar un 1.1 por ciento, luego de caer un 11 por ciento el lunes.
Su rendimiento, que lleva una relación inversa con el precio, aumentó en 21 puntos básicos a 8.0 por ciento, llevando el diferencial por encima de los bonos soberanos del Gobierno mexicano de vencimiento similar a 478 puntos básicos, otro récord.
(Con información de Reuters, Bloomberg y Karla Omaña)
