ATLANTA.— Una fiscal en el estado de Georgia insinuó que posiblemente podrían presentarse cargos como parte de una investigación sobre subversión electoral que comenzó hace dos años. Y aunque la fiscal de distrito del condado Fulton, Fani Willis, no mencionó a Donald Trump o a sus aliados por su nombre, es la primera vez que un fiscal en cualquiera de varias investigaciones actuales vinculadas al expresidente republicano ha insinuado que podrían presentarse cargos.
Al tratar de impedir la publicación de un informe especial de un jurado investigador, Willis argumentó ante el tribunal la semana pasada que las decisiones en el caso eran ‘inminentes’ y que la publicación del informe podría poner en peligro los derechos de los ‘futuros acusados’.
Las declaraciones de la fiscal demócrata aumentaron la anticipación de que una investigación centrada, en parte, en la llamada de Trump al secretario de Estado de Georgia podría concluir antes de las investigaciones federales en curso.
‘Espero ver acusaciones en el condado de Fulton antes de ver acusaciones federales’, dijo Clark Cunningham, profesor de derecho de la Universidad Estatal de Georgia.
Además de la investigación de Georgia, un fiscal especial del Departamento de Justicia está investigando a Trump por su papel en trabajar con aliados para anular su derrota en las elecciones presidenciales de 2020 y su supuesto mal manejo de documentos clasificados.
El riesgo legal más apremiante para Trump es justamente la investigación que enfrenta tras el hallazgo de material confidencial en su residencia en Florida. Pero ese caso parece complicado, al menos políticamente, después de que se encontraran archivos clasificados también en la casa del presidente Joe Biden en Delaware y en su oficina en Washington. El Departamento de Justicia nombró fiscales especiales para investigar ambos asuntos.
Willis abrió la investigación después de que se difundió una llamada telefónica del 2 de enero de 2021 entre Trump y el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger. En esa conversación, el entonces presidente le sugirió a Raffensperger, un republicano, ‘encontrar’ los votos necesarios para anular la estrecha derrota electoral de Trump en el estado ante Biden, un demócrata.
‘Todo lo que quiero hacer es esto: solo quiero encontrar 11.780 votos, que es uno más de los que tenemos’, dijo Trump en la llamada.
Desde entonces, el alcance de la investigación se ha ampliado y abarca, entre otras cosas: una lista de falsos electores republicanos, llamadas telefónicas de Trump y otros a funcionarios de Georgia en las semanas posteriores a las elecciones de 2020 y acusaciones infundadas de fraude electoral generalizado.
En una entrevista, Trump insistió en que no hizo ‘absolutamente nada malo’ y que su llamada telefónica con Raffensperger fue ‘perfecta’. Dijo que se sentía ‘muy seguro’ de que no sería acusado.