WASHINGTON.- Las fuerzas armadas estadounidenses lanzaron su octavo ataque contra una embarcación que presuntamente llevaba drogas, matando a dos personas en el este del océano Pacífico, informó el miércoles el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en una expansión de la campaña del gobierno del presidente Donald Trump contra el narcotráfico en Sudamérica.
El ataque del martes por la noche fue distinto a los siete previos en su ubicación, ya que éstos se llevaron a cabo en el Caribe. Hegseth informó en redes sociales que en el ataque más reciente murieron dos personas, con lo que el número total de muertos se elevó a cuando menos 34 desde que dicha ofensiva comenzó el mes pasado.
Con el nuevo ataque se amplía el área de operaciones militares, y hay un cambio en su ubicación a aguas frente a Sudamérica, donde se trafica gran parte de la cocaína de los mayores productores mundiales. En su publicación, Hegseth también hizo una comparación directa entre la guerra contra el terrorismo que Estados Unidos declaró después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la ofensiva del gobierno de Trump.
“Así como Al Qaeda libró una guerra en nuestra patria, estos cárteles están librando una guerra en nuestra frontera y contra nuestra gente”, expresó Hegseth, y agregó que “no habrá refugio ni indultos, sólo justicia”.
Trump ha justificado los ataques con el argumento de que Estados Unidos está involucrado en un “conflicto armado” contra los cárteles de la droga, y ha dicho que las organizaciones criminales son combatientes ilegales, apoyándose en la misma autoridad jurídica utilizada por el gobierno del presidente George W. Bush para librar la guerra contra el terrorismo.
Trump dice que próximamente podría haber ataques en tierra
Al preguntársele sobre el ataque más reciente a la embarcación, Trump insistió en que “tenemos autoridad legal. Se nos permite hacer eso”, y advirtió que, a la larga, podrían efectuarse ataques similares en tierra.
“Los golpearemos muy fuerte cuando entren por tierra”, les dijo Trump a los periodistas en el Despacho Oval. “Estamos totalmente preparados para hacer eso. Y probablemente volveremos al Congreso y explicaremos exactamente lo que estamos haciendo cuando actuemos en tierra”.
Legisladores de ambos partidos políticos han expresado su preocupación de que Trump ordene acciones militares sin recibir autorización del Congreso ni proporcionar muchos detalles.
Ubicado junto a Trump, el secretario de Estado Marco Rubio defendió tales ataques, diciendo: “Si la gente quiere dejar de ver botes con drogas que estallan, dejen de enviar drogas a Estados Unidos”.
Trump indicó que los ataques que está ordenando están destinados a salvar a estadounidenses, y “la única manera en que no puedes sentirte mal por ello… es que te das cuenta de que cada vez que ves que eso sucede, estás salvando 25.000 vidas”.
Atacando a una embarcación en una vía de contrabando de cocaína
En un breve video publicado por Hegseth el miércoles, se ve un pequeño bote —medio lleno de paquetes color marrón— desplazándose en el agua. Varios segundos después, la embarcación explota y se ve flotando en llamas, inmóvil en el agua.
Las fuerzas armadas estadounidenses han acumulado un destacamento inusualmente grande en el mar Caribe y las aguas frente a la costa de Venezuela desde este verano, lo que ha generado especulaciones de que Trump podría intentar derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro, quien enfrenta cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos.
En sus publicaciones sobre los ataques, Trump ha argumentado repetidamente que los narcóticos ilegales y el fentanilo transportado por las embarcaciones han estado envenenando a los estadounidenses.
Si bien la mayoría de las muertes por sobredosis en Estados Unidos son por fentanilo, éste es transportado por tierra desde México. Venezuela es una importante zona de tránsito de drogas, pero el oriente del océano Pacífico, no el Caribe, es la vía principal para el contrabando de cocaína.
Colombia y Perú, países con costas en el oriente del Pacífico, son los mayores productores de cocaína del mundo. Entre ellos se encuentra Ecuador, cuyos puertos de clase mundial y numerosos contenedores marítimos llenos de plátanos se han convertido en el vehículo perfecto para que los narcotraficantes muevan su producto.
El gobierno estadounidense ha evitado enjuiciar a los ocupantes de las presuntas embarcaciones narcotraficantes, luego de que devolvió a dos sobrevivientes de un ataque previo a sus países de origen, Ecuador y Colombia.
Posteriormente, las autoridades ecuatorianas liberaron al hombre que fue devuelto, diciendo que no tenían evidencia de que hubiese cometido un delito en Ecuador.
El Congreso plantea interrogantes mientras los ataques continúan
Algunos legisladores republicanos le han pedido a la Casa Blanca más aclaraciones sobre la justificación jurídica y detalles específicos sobre cómo se llevan a cabo los ataques, mientras que los demócratas insisten en que violan el derecho estadounidense e internacional.
El senador demócrata Richard Blumenthal, miembro de la Comisión de Servicios Armados del Senado, indicó que estaba alarmado y enojado por la falta de información sobre los ataques.
“El ampliar el alcance geográfico simplemente expande la ilegalidad y la imprudencia en el uso de las fuerzas armadas estadounidenses, sin que aparentemente haya una justificación jurídica ni práctica”, manifestó Blumenthal.
Indicó que la forma de atacar el tráfico sería detener los botes e interrogar a los que están a bordo para encontrar la fuente de las drogas, “no sólo destruir a los contrabandistas, que probablemente estén al final de la cadena de contrabando”.
El Senado, controlado por los republicanos, votó recientemente en contra de una resolución de poderes de guerra patrocinada por los demócratas —que en su mayor parte se resolvió a lo largo de líneas partidistas—, la cual habría requerido que el presidente solicitara autorización del Congreso antes de ordenar más ataques militares.
El senador republicano John Kennedy indicó que se reunió con Rubio.
“Él ha investigado cuidadosamente las ramificaciones jurídicas y cree que estamos en terreno firme al atacar a estos narcoterroristas”, manifestó Kennedy. “Confío en su buen juicio”.