CIUDAD DE MÉXICO.-Desde un refugio en el sótano de una escuela en Járkov, el mexicano Francisco Calderón cuenta las horas para poder salir de Ucrania.
Él y su esposa, ucraniana, lograron conseguir boletos de tren, pero para el 1 de marzo.
‘Quisiera saber si es cierto lo que dice el Presidente, que en verdad van a enviar el avión y nos van a esperar, porque yo llegaría el 2 (a Rumania)’, dijo.