NUEVO LAREDO, TAM.- Una serie de contribuciones que rebasan su capacidad de gasto, además un tipo de cambio caro, es lo que deben pagar ciudadanos que buscan la importación definitiva de un vehículo usado originario de Estados Unidos.
Entre las contribuciones que deben cumplirse en el trámite, es pagar el impuesto general de importación (IGI) del 10 por ciento, junto a la tasa del IVA del 16 por ciento, el ISTUV y el DTA, explicó un agente aduanal dedicado a la importación definitiva de autos americanos usados.
Actualmente se pueden importar autos usados provenientes de Estados Unidos y Canadá de 8 o 9 años de antigüedad con el pago del 10% de arancel y 16% de IVA, sobre la lista de precios estimados de Hacienda, las cuales “son consideradas igual de elevadas y costosas para la mayoría de nuestros clientes”, dijo el agente aduanal.
En las importaciones definitivas se requiere la participación de un agente aduanal, así como el dueño del vehículo americano usado que se desea importar, quien debe cumplir con los requisitos previstos por el decreto vigente, y pagar el precio así como los impuestos de acuerdo al modelo-año y marca, conforme al listado o tabulador vigente.
El trabajo que realiza un agente aduanal en una operación para importar un vehículo usado americano es amplia, porque obtendrá el certificado de que el vehículo cumple o no con las condiciones que se requieren para ingresarlo al país, verificará que el vehículo esté certificado por la Empresa Proveedora de Antecedentes de Vehículos Usados.
Otro proceso necesario es recibir el pedimento de importación con sus anexos, presentarlo en las aduanas autorizadas y dar de alta el vehículo ante el Registro Público Vehicular.
Al pago de impuestos conforme al listado o tabulador, deben sumarse los requisitos difíciles de conseguir para los dueños de las unidades es el certificado de origen, un documento que no entregan las empresas automotrices por lo que expiden una factura, y eso dificulta el trámite ante la Aduana mexicana.
