LIMA (AP) — Con un chaleco amarillo, la espuma de las olas a su alrededor y sujetando fuerte la tabla con las garras. Efectivamente, las garras de un Jack Russell Terrier de cuatro años que surfea junto a su dueño en una playa de la capital de Perú.
Efruz es el perro que se deja ver deslizándose por las olas junto a Mauro Canella estos días de verano en el Pacífico sur peruano. La temporada de calor va de diciembre a marzo.
Practica desde hace más de un año. “Le encanta el mar”, admite Canella, instructor de surf en la playa de San Bartolo, un distrito a 50 kilómetros del centro de Lima.
No es el único dúo de perro y cuidador que surfean sobre las olas de esa playa limeña. En un fin de semana, los dúos pueden superar fácilmente la decena.
Aunque con el paso de las horas Efruz siente frío, disfruta de su nueva actividad mientras Canella atraviesa las olas de pie, de rodillas o tumbado sobre la tabla. En ocasiones, perro y dueño también caen al agua y comienzan a nadar cuando una sorpresiva ola los arroja con fuerza.
