NUEVO LAREDO, TAM.- Los niños de la Casa del Migrante Nazareth, además de recibir los beneficios de asilo, vestido y comida, también estudian en “La Escuelita”.
Actividad que además de buscar distraerlos de la difícil realidad a la que se enfrentan a su corta edad, también tiene como propósito prepararlos para un futuro ingreso a las escuelas de Estados Unidos, informó el director de la Casa del Migrante, presbítero Marvin Ajic.
Señaló que este beneficio de clases en el albergue, es un programa que se efectúa de manera coordinada con el Gobierno Municipal ya que es quien provee los maestros.
“Tenemos una gran colaboración con el municipio, gracias a ellos tenemos la presencia de dos maestros que nos ayudan en la educación de los niños. Sabemos que son tiempos largos y difíciles, no podemos quitarle todo a los niños, sabemos que son ellos quienes más sufren, tienen que sacrificar y dejar muchas cosas, sus casas, sus amigos, su ambiente, su escuela”, manifestó.
“Gracias a ese programa que el municipio nos apoya, tenemos la oportunidad de brindarle las clases a todas las edades, incluyendo a los mismos padres de familia que se sienten y están integrados”, agregó.
Consideró de vital importancia que los niños se vayan capacitando en lenguaje y otras materias básicas para que puedan continuar sus estudios.
“Hemos tenido hasta 70 niños en la casa, pero más que mantenerlos ocupados lo importante es que estén aprendiendo. El estudio activa la creatividad, la imaginación y la parte intelectual. Sabemos que todos los niños van aplicar para asilo político y lo primero que van hacer los maestros en la escuela es aplicarles un test, un examen, entonces lo que hacen los profesores es darles clases de materias de suma importancia como es: matemáticas, español, lenguaje para que puedan mantenerse activos”, declaró.
A este proyecto se le ha denominado “La Escuelita” y todo menor que ingresa al albergue ya forma parte de él.
“Esto ha ayudado mucho a mantenerse, sobre todo en la higiene mental, porque los niños están ocupados con sus tareas en la clase presencial, también los padres hacen parte de esta dinámica. Sufren los niños, pero también los papás.
Todas esas actividades como que los papás han sentido que son parte de este proceso y que la espera, aún estando en aislamiento, sean menos difíciles. Son procesos muy largos y que los tiempos sin hacer nada crean muchos conflictos”, explicó.
Un punto importante para este programa de “La Escuelita”, ha sido la donación de mochilas, cuadernos, lápices, colores, sacapuntas y todo aquel material que utilizan para que los niños tomen sus clases y que algunas personas gustosamente han donado.
“La Escuelita ha sido uno de los mejores proyectos que ha beneficiado a los niños que están acá, ellos tienen sus cuadernos, sus libros y las instrucciones de sus maestros. En algún momento hicimos una campaña de mochilas y la seguimos haciendo porque cuando vienen lo primero que les damos es la mochila con dos o tres cuadernos, colores para que ellos se sientan parte, sabemos que están de paso, pero también tienen una rutina”, puntualizó.
Quienes deseen apoyar con material escolar, su ayuda siempre será de gran utilidad. Ésta se debe entregar en las oficinas del albergue ubicadas en Madero 305, colonia Viveros.
“Es muy importante para los niños también tener una rutina, porque no tener estructura los pone en conflicto con otros comportamientos que se vuelven muy difíciles para poder lidiar con la otras familias internas. Agradecemos el apoyo de mucha gente que nos ha ido acompañando en estos momentos de pandemia”, concluyó.
