FORT LIBERTY, Carolina del Norte, E.U.— La base militar estadounidense de Fort Bragg se despojó el viernes del nombre del general homónimo de la Confederación esclavista, durante una ceremonia en la que algunos veteranos consideraron un paso pequeño pero importante para volver al ejército más abierto a los efectivos de raza negra, actuales y futuros.
El cambio fue parte de una amplia iniciativa del Departamento de Defensa —motivada por las protestas que siguieron al asesinato de George Floyd en 2020— para rebautizar las instalaciones militares que llevan nombres de soldados de los Estados Confederados de América (Confederación), el nombre formal de los estados sureños que se separaron durante la Guerra Civil estadounidense, defendiendo la esclavitud, entre otras cosas.
Las manifestaciones del movimiento Black Lives Matter que estallaron en todo el país tras el asesinato de Floyd por un policía blanco, junto con las gestiones para retirar los monumentos a la Confederación, volvieron los focos sobre las instalaciones militares. Una comisión de nombres creada por el Congreso visitó las bases y recibió opiniones de las poblaciones adyacentes.
Algunas bases llevan ahora los nombres de soldados negros, presidentes estadounidenses y mujeres pioneras, pero la de Carolina del Norte es la única que no lleva el nombre de una persona. El general retirado Ty Seidule dijo en una reunión de la comisión el año pasado que se escogió el nombre porque ‘la libertad sigue siendo el mayor valor estadounidense’.
‘En 1775, Fayetteville firmó uno de los primeros acuerdos para declarar que estábamos dispuestos a luchar contra Gran Bretaña por la libertad y la independencia’, declaró el teniente general Chrostopher Donahue, comandante del Cuerpo Aerotransportado XVIII, en alusión a la ciudad adyacente a la base. ‘La libertad siempre ha estado arraigada en esta zona’.
El costo para cambiar el nombre de Fort Bragg —una de las instalaciones militares más grandes del mundo en cuanto a población— será de unos 6,37 millones de dólares, según la comisión. ‘Cambia el nombre, no la misión’, recalcó la portavoz de la base, Cheryle Rivas, el viernes antes de la ceremonia.
Fort Polk, en Luisiana, será la próxima instalación que cambia de nombre. A partir del 13 de junio será Fort Johnson, en honor del sargento William Henry Johnson.
La base en Carolina del Norte recibió en 1918 el nombre del general Braxton Bragg, un oficial del ejército sureño y dueño de esclavos, que fue derrotado en varias batallas de la Guerra Civil que contribuyeron a la caída de la Confederación.