ESTADOS UNIDOS.-En un espectáculo histórico para la comunidad afroamericana y en especial para el género del hip hop y el rap, el músico y productor Dr. Dre lideró la tarde de este domingo el esperado show del medio tiempo del Super Bowl LVI.
La reunión musical, que duró menos de 15 minutos, juntó al centro del SoFi Stadium de Inglewood, California, a puros ‘pesos pesados’ de los ritmos ‘gangsta’, como Eminem, Snoop Dogg, Kendrick Lamar y Mary J. Blige.
El mini concierto abrió con Dr. Dre y Dogg, representando a la Costa Oeste, arriba de los tejados de un sector de viviendas de color blanco, ubicadas sobre un enorme mapa iluminado de Los Ángeles.
La clásica rola ‘The Next Episode’ fue la que dio el banderazo de salida, mientras en el interior de cada casa se mostraban videos y fotos de la infancia y juventud de ambos raperos, y un grupo de músicos tocaba en vivo.
Para ‘Bad Guys Always Die’, los fanáticos de Los Angeles Rams y de los Cincinnati Bengals dejaron a un lado sus diferencias deportivas, para ovacionar a las leyendas del hip hop, sin saber que una sorpresa estaba por arribar.
La primera notas de ‘In Da Club’ voltearon el escenario casi literalmente de cabeza, pues justo así fue cómo 50 Cent, el artista invitado, apareció colgado de una plataforma, para después, al lado de varias bailarinas, armar una fiesta privada en una de las casas.
La fiesta de Blige, de 53 años, fue la siguiente: la reina del rap, oriunda del Bronx, brilló con una botas y un conjunto plateado, varias acompañantes y una melena impactante, con sus éxitos ‘Family Affair’ y ‘No More Drama’. Para ese momento, las gradas se pintaron de luces de celular tratando de captar el momento.
A la par de que Dre orquestaba todo desde una enorme consola blanca ubicada en uno de los tejados, Kendrick Lamar, ganador del Premio Pulitzer de Música, apareció desde dentro de una caja de cartón, junto a varios bailarines vestidos de negro que portaban una banda con la leyenda ‘Dre Day’.
El rapero y poeta interpretó su éxito ‘Alright’, con el cual dio paso a una explosión en una de las paredes del conjunto habitacional, la cual liberó desde sus entrañas a Eminem, quien consintió a todos con una rendición de ‘Lose Yourself’, todo mientras Anderson .Paak, otro invitado sorpresa, tocaba la batería. Esta última rola, sacudió al estadio por completo.
Para cerrar el espectáculo, Dre se adueñó de un piano (en una especia de homenaje a Tupac Shakur) mientras una plataforma los bajaba a él y a Eminem al nivel del piso, para de inmediato, y rodeado de decenas de jóvenes amantes del rap (varios de ellos vestidos de reclusos), interpretar su clásico ‘Still D.R.E.’.
