COLORADO.- En medio de la destrucción ocasionada por los masivos incendios forestales en Estados Unidos, en entidades como California, Óregon y Washington, los cuales ya han cobrado las vidas de al menos 35 personas, los dirigentes regionales demócratas y el Presidente Donald Trump se enfrentaron nuevamente en torno al cambio climático.
Si bien ha habido múltiples estudios que han señalado que existe una relación directa entre la magnitud de los incendios en EU con el calentamiento global -ocasionado, en su mayor parte, por la quema de carbón, petróleo y gas-, Trump ha culpado a las gestiones en materia de cuidado forestal de los Estados.
De acuerdo con muchos científicos, los incendios forestales son casi inevitables. Sin embargo, han advertido que el principal impulsor de este tipo de desastres ha sido el rápido proceso de sequía que han experimentado árboles y demás plantas a causa del cambio climático.
El aclareo de bosques, la expansión territorial de las viviendas y las quemas controladas han demostrado ser un desafío para la necesaria implementación de medidas acorde con la dimensión del problema.
Gavin Newsom, Gobernador de California, y otros Mandatarios estatales y locales informaron a Trump acerca de los incendios en una parada que el Presidente realizó cerca de Sacramento durante su visita a territorio californiano.
No obstante, el Ejecutivo reiteró su postura y descartó al cambio climático como una causa latente de cara a los enormes fuegos que han azotado a su país en las últimas semanas.
Wade Crowfoot, secretario de la Agencia Estatal de Recursos Naturales, enunció que desearía que la ciencia estuviera de acuerdo con el Presidente, a lo que Trump respondió: “No pienso que la ciencia sepa, en realidad”.
A pesar de esto, cuando Newsom recorrió un paisaje fantasmal destruido por las llamas el pasado viernes, indicó que quienes negaban el peligro del cambio climático solamente manifestaban “tonterías ideológicas”.
Se acabó el debate en torno al cambio climático. Sólo vean al Estado de California, obsérvalo con tus propios ojos”, dijo.
Newsom remarcó que solamente en el último mes, California registró su agosto más caluroso en la historia, cuando los termómetros alcanzaron cifras récord en Death Valley, zona que reportó 14 mil impactos de rayos secos que detonaron cientos de fuegos. Algunos de éstos -como los que han abrumado el aire de ciudades como San Francisco- se combinaron y resultaron en cinco de los diez incendios más grandes que haya tenido jamás la entidad.
Además, se han notificado diversas olas de calor consecutivas.
Por su parte, Jay Inslee, Gobernador de Washington, se refirió el domingo al cambio climáticos como un “un soplete sobre nuestros estados en Occidente”.
“Es una locura en este momento que cuando tenemos este desafío cósmico para nuestras comunidades, con toda la costa oeste de los Estados Unidos en llamas, tener un Presidente que niegue que estos no son sólo incendios forestales, estos son incendios climáticos”, comentó Inslee en el programa “This Week”, de la cadena ABC.
Kate Brown, Gobernadora de Oregon, se también siguió la misma narrativa. Según la funcionaria, cada año se queman aproximadamente más de 200 mil hectáreas, pero, sólo en la última semana, las llamas han consumido más de 400 mil.
Dicho escenario, apostilló Brown, podría resultar en una sequía prolongada y en fluctuaciones meteorológicas severas en el estado.
“Este es verdaderamente el referente del cambio climático en la costa oeste”, afirmó la Gobernadores ante la cadena CBS el domingo, al tiempo que opinó que los incendios que han teñido los cielos de algunas ciudades de EU color naranja eran “una llamada de atención” para que se haga todo lo que esté al alcance a fin de hacer frente al cambio climático.
La administración forestal -que incluye aclareo de árboles y tala de matorrales- es un trabajo costoso y laborioso que resulta eficaz para reducir el combustible de los incendios forestales.
Cada año se gastan millones de dólares para dichos esfuerzos, sobre todo en las regiones occidentales de la Unión Americana, pero especialistas han asegurado que las labores no son suficientes.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, denunció que Trump había perpetrado la mentira de que sólo el manejo forestal podía reducir los incendios masivos observados en los últimos años. Asimismo, el gobernante local aseveró que se debían reducir las emisiones de carbono.
“Hablen con un bombero, si creen que el cambio climático no es real”, reprochó el alcalde demócrata durante un programa de CNN.
Aunque no está del todo claro si el calentamiento global moldeó las condiciones secas y ventosas que han alimentado los incendios en el noroeste del Pacífico, sí ha quedado en evidencia que un mundo más cálido puede aumentar la probabilidad de eventos extremos o contribuir a su gravedad, enarboló Greg Jones, profesor e investigador de climatología de la Universidad de Linfield en McMinnville, Óregon.
Unas 10 personas, al menos, han muerto en Óregon debido a los incendios. Las autoridades, por su parte, han comunicado que había más civiles desaparecidos y que era probable que el saldo mortuorio aumentara en los próximos días.
En California, 24 personas fenecieron. Una más perdió la vida en Washington.
Steve McAdoo, bombero -quien ha corrido de incendio en incendio en Óregon a lo largo de seis jornadas seguidas- relató que sus vecinos en áreas rurales fuera de Portland deberían talar árboles cerca de sus casas ya que los fuegos podrían volver a presentarse.
“Creo que con la forma en que está cambiando el clima, puede que esta no sea la última vez (que se dan incendios de esta proporción”, dijo.
Dave Monroe, residente de la pequeña ciudad de Talent, en el sur de Óregon, regresó a su hogar quemado esta semana con la esperanza de encontrar a sus tres gatos.
“Pensamos que saldríamos de este verano sin incendios”, suspiró. “Está pasando algo, eso es seguro, hombre. Cada verano nos quemamos”.
