LA HABANA.- Cuba arrancó el jueves su mecanismo flotante de cambio de divisas a un precio un poco más bajo que el del mercado paralelo, pero tres veces más de lo que estaba fijado hasta la víspera para algunas operaciones, en un intento por controlar el mercado cambiario hasta ahora fuertemente manejado desde la informalidad.
El Banco Central de Cuba (BCC) estrenó una tasa de 410 pesos por dólar que se sumó a otras dos también oficiales y vigentes: una de 24 pesos por dólar para empresas estatales y otra de 120 pesos por dólar para otras operaciones.
La víspera la presidenta del BCC, Juana Lilia Delgado, indicó que los tres tipos de cambio coexistirán de manera temporal hasta que gradualmente se logre una unificación monetaria. La tasa flotante del BCC se actualizará diariamente, añadió.
En el mercado informal el dólar cotizaba el jueves a 440 pesos cubanos.
A partir del comienzo de la década y de la crisis económica que se desató en la isla, el mercado informal cobró protagonismo y era el único lugar adonde podían realmente conseguirse dólares quienes querían viajar, comprar bienes o importar.
“En la economía cubana coexisten actualmente distintas tasas de cambio de las divisas, lo que genera distorsiones, incentiva la informalidad y dificulta la trazabilidad bancaria y fiscal de los hechos económicos”, expresó Delgado en una comparecencia especial al hacer el anuncio la noche del miércoles.
“Esta transformación cambiaria busca recuperar la convertibilidad del peso cubano, fortalecer la institucionalidad monetaria y avanzar de manera ordenada hacia la convergencia cambiaria y monetaria”, agregó la funcionaria.
El mercado paralelo suele estar regido por precios establecidos en páginas de internet especializadas ubicadas afuera de Cuba, a las que las autoridades acusan de manipular las cifras para hundir la economía.
El propio gobierno había reconocido que perdió la capacidad de controlar los precios en el mercado cambiario, un fenómeno que se profundizó porque el Estado lleva al menos cinco años sin vender dólares a particulares, pero aspirando que éstos vendan los suyos a la tasa oficial.
Un intento de unificación monetaria en 2021 salió mal y desordenó la economía. Entonces los directivos financieros del país eliminaron el CUC, una moneda emitida por Cuba en paridad del dólar, y dejaron solo el peso cubano.
El resultado fue un proceso inflacionario, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y una dolarización creciente que se profundizó con la paralización de la pandemia de coronavirus y un incremento de las sanciones de Estados Unidos contra Cuba.
Críticas entre los expertos
Entre los expertos se hicieron algunas críticas a la segmentación de las tasas de cambio, las dos fijas y la nueva tercera flotante.
“Las tasas de cambio oficiales fijas, las dos, son insostenibles, porque no guardan relación con la realidad objetiva”, explicó en su cuenta de Facebook el economista cubano y profesor de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, Colombia, Mauricio de Miranda.
“Lo que no puedo entender es que se sigan adoptando medidas económicas que van a contrapelo de la realidad objetiva”, agregó De Miranda. “La decisión más sensata -y lo reiteraré hasta la saciedad- es una tasa de cambio unificada”.
Por su parte, el economista y bloguero Pedro Monreal advirtió sobre el impacto para el peso cubano.
“No perder de vista que la devaluación de 242% del peso cubano efectuada ayer (miércoles) por el Banco Central de Cuba desde 1 USD= 120 CUP para crear la tasa flotante de 1 USD= 410 CUP ha sido la mayor devaluación de una moneda en 2025 a nivel mundial”, escribió Monreal en su cuenta de X.
Un recorrido de la AP por bancos y casas de cambio, que en la isla son todas estatales, mostró normalidad y sin presión de público, al tiempo que la población se mostraba expectante.
“Todo seguirá igual que antes. La misma inflación persistirá y el dólar seguirá subiendo en la calle (en el mercado financiero informal)”, advirtió a la AP Jorge Hernández, un pequeño emprendedor callejero.


