CIUDAD DE MÉXICO.-Los apoyos federales a los Estados cayeron 4 por ciento el año pasado, por lo que Gobiernos como el de Cuitláhuac García, en Veracruz; Javier Corral, en Chihuahua, y Alfredo del Mazo, en el Estado de México, han tenido que recurrir a créditos rápidos de bancos para cubrir gasto corriente de operación que antes pagaban con recursos de la Federación.
Se trata créditos de corto plazo, generalmente a un año, que se usan para cubrir gasto corriente de operación y que no requieren aprobación del Congreso.
En el 2019, los Gobiernos estatales contrataron 32 mil 359 millones de pesos de deuda de corto plazo, 8.5 veces más que los 3 mil 413 millones de pesos del 2018, según datos de la Secretaría de Hacienda.
El Estado que más créditos de corto plazo contrató fue Veracruz, por un monto de 4 mil 500 millones de pesos.
En segundo puesto está Chihuahua, con 3 mil 600 millones de pesos, y en tercero el Estado de México, con 3 mil millones.
Apenas el pasado 1 de febrero la Tesorería estatal informó que Nuevo León redujo su deuda de corto plazo en poco más de mil millones de pesos durante el año pasado.
En el informe financiero del último trimestre del 2019, entregado al Congreso local, se detalla que el Estado cerró el año con pasivos de corto plazo por 2 mil 460 millones de pesos, 30 por ciento menos que los 3 mil 490 millones del 2018.
En otros Estados, los ingresos propios de los Gobiernos estatales no han sido suficientes para compensar las menores transferencias federales.
Al no tener suficientes recursos, los Estados deben pedir prestado para pagar nómina, gastos de salud, educación, subsidios e inclusive su gasto en seguridad, explicó Daniela Brandazza, Senior Director en el área de calificaciones de Estados y municipios de Standard & Poor’s.
“Por ley, los Estados pueden acceder a financiamiento de corto plazo”, dijo Brandazza, pero aunque es legal, lo que pudiera seguir preocupando es el monto del uso de corto plazo, que puede llegar a ser insostenible, porque las entidades no generan lo suficiente para pagar esos cortos plazos”.
En tanto, la contratación de deuda de corto plazo ha representado un importante negocio para los bancos privados, de los que Banorte encabeza las contrataciones, con 15 mil 722 millones de pesos en 2019, según Hacienda.
