CIUDAD DE MÉXICO.- En octubre de 2019 se registró en San Luis Potosí el primer fallecimiento asociado al uso de cigarro electrónico o vaporizador, y se trató de un joven que tenía 18 años, indicó la Cofepris.
Por decreto presidencial, a partir del 20 de febrero quedó prohibida en el país la importación de los dispositivos conocidos como cigarros electrónicos o aparatos de vapeo, así como las sustancias y mezclas que éstos requieren.
Cofepris informó que en enero de 2020, la OMS emitió un comunicado donde reconoce los daños asociados al uso de estos dispositivos y recomendó a los países aumentar la vigilancia respecto de estos productos y considerar la posibilidad de prohibirlos.
Indicó que existen tres categorías de estos productos, los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina; los Sistemas Similares sin Nicotina y los Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina.
Los dos primeros son conocidos popularmente como cigarros electrónicos o vaporizadores, y los terceros se han comercializado como productos de tabaco calentado, es decir, sin combustión.
“La evidencia científica disponible actualmente demuestra que no son productos inofensivos y que contienen componentes muy diversos y en muchas ocasiones diferentes a los descritos por los fabricantes. Existe evidencia de que la exposición a dichas sustancias tóxicas tiene efectos riesgosos para la salud”.
Dijo que las cápsulas intercambiables, que algunos de estos productos emplean y que son populares entre jóvenes e incluso en menores de edad, contienen una concentración de nicotina equivalente a la de un paquete de cigarros convencionales.
Actualmente su venta, distribución, exhibición, promoción o producción se encuentra prohibida en México, en la Ley General para el Control del Tabaco.
Sobre los Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina advirtió que se comercializan en el país, a través de un amparo promovido por una de las industrias tabacaleras más grande a nivel mundial.
“En la actualidad no hay pruebas científicas que demuestren que estos productos sean menos nocivos que los productos de tabaco convencionales; la cantidad de nicotina que se obtiene con el consumo de estos dispositivos es similar a la que se obtiene con el consumo de los cigarros convencionales, por lo que su consumo también genera adicción”.