CIUDAD DE MÉXICO.- En un momento en el que los contagios por Covid-19 bajan y que las vacunas dan esperanza de que poco a poco la pandemia cede, los cardiólogos llaman a no bajar la guardia, mucho menos en los asuntos del corazón.
Y es que los daños directos que el coronavirus deja en el cuerpo suelen ser difíciles de superar. Una insuficiencia cardiaca, por ejemplo, puede llevar a tener pronósticos nada alentadores en el síndrome postcovid o Covid prolongado, es decir, en las secuelas que la infección deja, comentó Alfonso Lara Olivarez, médico cirujano, especialista en cardiología clínica y ecocardiografía.
De acuerdo con diversos estudios científicos, el riesgo de padecer la infección por coronavirus de forma severa se duplica entre pacientes con hipertensión arterial, mientras que esta probabilidad se triplica en personas con enfermedad cardiovascular, especialmente si no está controlada de forma adecuada.
“Se teme que la insuficiencia cardiaca se convierta en los siguientes meses o años en la principal complicación cardiovascular de Covid-19”, dijo el médico en videoconferencia por el Día Mundial del Corazón organizada por Merck.
“Para la insuficiencia cardiaca el tratamiento es muy caro y hay pacientes que necesitan un resincronizador cardiaco que es también muy caro. Muchos pueden terminar en (la necesidad de) un trasplante cardiaco, y ya sabemos los grandes problemas porque hay poca conciencia de la donación”.
Un estudio de hace un año, prácticamente en los primeros meses de la pandemia, indicó que, después de superar Covid, 15 por ciento de un grupo de atletas de la Universidad de Ohio desarrollaron miocarditis, es decir, un debilitamiento del corazón que puede llevar a la insuficiencia cardiaca y a una muerte súbita.
“Esto es muy importante”, subrayó Lara Olivarez, “porque estamos hablando de atletas jóvenes. Este estudio es de septiembre de 2020 y la enfermedad ya mostraba esa tendencia”.
En los primeros meses de la pandemia se ligaba a la enfermedad con una infección pulmonar, pero con el transcurrir se ha demostrado que el coronavirus es capaz de inflamar de manera impresionante los órganos, a nivel nasal, el hígado, la vejiga, el páncreas, el cerebro, y, por supuesto, el corazón.
La entrada del SARS-Cov-2 es el inicio de una cadena de eventos de deterioro. Al ingresar a las células el virus se reproduce rápidamente, lo que puede llevar a un daño miocárdico.
A su vez, éste puede ocasionar una gran inflamación y una tormenta de citoquinas que puede resultar fatal para muchos de los enfermos con Covid.
Durante el síndrome postcovid se recomienda dar seguimiento a los síntomas cardiovasculares que persisten, como disnea o falta de aire, dolor torácico, fibrosis miocárdica, arritmias y disfunción autonómica
Valorar la vida
Conocida como cardiopatía isquémica, la enfermedad en los vasos sanguíneos del corazón es la principal causa de muerte en el mundo, indicó Lara Olivares, miembro titular de la Asociación Nacional de Cardiólogos del Centro Médico La Raza.
De acuerdo con la OMS, el 32 por ciento de las muertes en 2019 a nivel mundial estuvieron relacionadas con la enfermedad cardiovascular.
Se calcula que para 2030 morirán cerca de 23. 6 millones de personas por este padecimiento.
“Para aumentar la esperanza de vida de los pacientes con esta enfermedad es esencial proporcionarles un diagnóstico preciso, una terapia adecuada y un seguimiento continuo”, dijo Lara Olivares.
“Disponer de la información adecuada en el momento oportuno salvará millones de vidas de pacientes con cardiopatía”.
Para ello hay que controlar lo que él llama “los números de la vida”, como la presión arterial, la medición del colesterol y de la glucemia.
“Debemos cuidar nuestro corazón, y cuidar nuestro corazón significa conocer el riesgo de presentar un evento cardiovascular”, comenta.
“Cualquiera de nosotros tenemos riesgo, todos tenemos riesgo. Debemos valorar la vida y nuestro corazón”.
Para poner atención
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) provocan anualmente casi 18 millones de muertes en el mundo.
– Según datos de los primeros ocho meses del 2020, los padecimientos del corazón mataron a 141 mil 873 mexicanos. Fueron la principal causa de fallecimiento de la población del País, incluso por arriba del Covid-19 (108 mil 658) y la diabetes (99 mil 733).
– Los altos niveles de colesterol malo representan el principal factor de riesgo del desarrollo de ECV. Otros son la hipertensión, el tabaquismo, el sedentarismo y la diabetes.
– De acuerdo con la última encuesta de ENSANUT, 56 por ciento de los adultos mexicanos tienen niveles altos de colesterol malo.
– La estimación es que 9 de cada 10 personas con esta condición no saben que la tienen.
HIPERTENSIÓN
La hipertensión arterial puede llevar a enfermedades cardiacas y derrames cerebrales.
– La mayor parte de pacientes hipertensos en el mundo están en países de bajos ingresos económicos.
– En México, 15.2 millones de personas la padecen y se considera que, por lo menos, la mitad lo desconoce.
– En México, la prevalencia de hombres y mujeres de 45 a 54 años con hipertensión es de 46 por ciento. En Estados Unidos es entre 32 y 30 en el mismo rango de edad.
– Más del 50 por ciento de los hipertensos tienen factores de riesgo cardiovasculares. Los más comunes son síndrome metabólico, dislipidemia, alto nivel de ácido úrico y tabaquismo. Evaluar este riesgo es importante en todas las personas hipertensas.
