NUEVO LAREDO, TAM.- Luis Camarillo, comandante Divisional de las Casas Hogares Ejército de Salvación de los estados de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León visitó la casa hogar en Nuevo Laredo para supervisar y verificar que los diferentes programas que se imparte en esta institución se lleven a cabo de manera correcta.
“Estamos haciendo las inspecciones y auditorías a todas nuestras instituciones en estos estados, hoy nos tocó venir a Nuevo Laredo y venimos a verificar que los programas mantengan el impacto social que se ha proyectado en los planes estratégicos, principalmente para que los niños estén bien atendidos y que su educación sea de calidad”, señaló.
Manifestó que en esta visita también se realiza la auditoria de las donaciones y recursos que las personas realizan a esta institución para el cumplimiento de la misión que tiene la casa hogar Ejército de Salvación.
“Nos sentimos gratamente sorprendidos con los resultados, ya que los nuevo directores llevan menos de un año y han estado trabajando arduamente en el cuidado de los niños, tenemos clases de música, como teclado, bajo, batería y eso nos da mucha alegría porque sabemos que la música tiene un impacto emocional en la vida de los pequeños, también tienen clases de inglés, la intención es formar gente capacitada para salir adelante en el campo laboral”, subrayó.
La casa Hogar del Ejército de Salvación en Nuevo Laredo atiende a 23 niños golpeados por el fenómeno de la migración, la pobreza y el abandono y gracias a las aportaciones de la comunidad los pequeños reciben alojamiento, alimentación saludable, apoyo escolar y cuidado, todo, en un ambiente seguro y confortable todos los días.
Los menores que viven en la institución fluctúan de los 3 a los 13 años de edad, van a las escuelas públicas donde toman sus clases, reciben la visita de sus papás o parientes, pues la mayoría provienen de familias desintegradas.
Camarillo agregó que en este lugar los niños han encontrado amor y cariño que les fue negado por sus familias que mejor decidieron abandonarlos a su suerte que hacerse cargo de ellos, aunque algunos sólo se quedan durante la semana mientras el padre o la madre solteros trabajan duro.