CIUDADE DE MÉXICO.- La actividad económica de México se contraerá 7 por ciento, de acuerdo con las nuevas estimaciones de BBVA.
A principios de abril se esperaba una caída de 4.5 por ciento.
“México está iniciando la etapa más crítica de la epidemia de Covid-19, por lo que aún no se tiene certidumbre con respecto a cuándo se podría reactivar la economía y, por consiguiente, sobre la magnitud de la contracción económica”, destacó.
Por lo anterior, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) se contraiga, por lo menos, 6 por ciento, pero podría llegar hasta 12 por ciento en 2020, según la institución.
La profundidad final de la recesión dependerá de la duración de las medidas de aislamiento social y del cierre de actividad económica a nivel local en México.
Esto podrá ser atenuado por la eventual reapertura de la economía de Estados Unidos y la implementación de políticas económicas contracíclicas en México.
Si bien las medidas anunciadas ayer por el Banco de México (Banxico) evitarán un mayor deterioro y problemas procíclicos de liquidez en los mercados financieros, no representan un impulso monetario, puesto que una tasa en 6 por ciento sigue siendo restrictiva, aseveró BBVA.
“Nuestro pronóstico puntual de 7 por ciento asume que las medidas más estrictas de confinamiento en México se mantienen por un periodo de alrededor de 10 semanas, y que aunque lentamente, se termina adoptando una postura monetaria expansiva, y la economía de Estados Unidos comienza un periodo de recuperación gradual a partir del tercer trimestre” explicó.
Si hay retrasos en la reapertura de las economías o posibles contratiempos que provoquen nuevos cierres económicos, implicarían una mayor profundidad de la recesión, advirtió.
La posible no adopción de una postura monetaria expansiva, es decir, que Banxico decidiera detener el ciclo de bajadas en niveles neutrales en torno al 5 por ciento, tendría efectos negativos, aseguró.
Por otra parte, el deterioro gradual en la confianza derivado de incumplimiento de contratos y dudas sobre el proceso de toma de decisiones del gobierno será asimismo determinante para la magnitud del daño sobre la confianza para la inversión, y la poca o mayor fuerza de la eventual recuperación, destacó.
