LONDRES.- Inglaterra comenzó este martes a realizar pruebas de Covid-19 casa por casa en algunas comunidades mientras las autoridades intentan sofocar una nueva variante del coronavirus antes de que socave un programa de vacunación nacional.
Las autoridades quieren llegar a los 80 mil residentes de ocho áreas donde se sabe que se está extendiendo la variante, identificada por primera vez en Sudáfrica. Se ha detectado un puñado de casos entre personas que no han tenido contacto con el país o con cualquiera que haya viajado a ahí.
Es “fundamental” que todos en estas áreas se queden en casa a menos que viajar sea absolutamente esencial, dijo el Secretario de Salud, Matt Hancock.
“Nuestra misión debe ser detener su propagación por completo y romper esas cadenas de transmisión”, dijo Hancock hoy a la Cámara de los Comunes.
Los funcionarios de salud pública están preocupados por la variante sudafricana porque contiene una mutación de la proteína de pico característica del coronavirus a la que se dirigen las vacunas existentes. La mutación puede significar que las vacunas ofrezcan menos protección contra la variante.
Public Health England también dijo que los científicos han descubierto la misma mutación de proteína de pico en 11 casos que involucraban otra variante que ahora es la forma más prevalente del virus en Inglaterra. La mutación no se había detectado previamente en la denominada variante Kent, llamada así por el condado inglés donde se identificó por primera vez.
El Gobierno británico anunció en diciembre que el país tenía que introducir restricciones más estrictas para controlar la rápida propagación de la variante Kent, que se descubrió unos meses antes en el sureste de Inglaterra. Las autoridades se alarmaron por la rapidez con que se propagó y dijeron que era hasta un 70 por ciento más contagiosa que las variantes de coronavirus existentes.
En las últimas semanas, los científicos también identificaron nuevas variantes más contagiosas en Sudáfrica y Brasil, las cuales contenían mutación en la proteína pico.
Con la esperanza de evitar que esas variantes se propaguen en Gran Bretaña, el Gobierno prohibió los viajes desde Sudáfrica, Sudamérica y Portugal, y hay quienes piden que el Reino Unido cierre las fronteras a todos los viajeros internacionales o exija una cuarentena de 14 días en un hotel para todos los que ingresen al país.
