NUEVO LAREDO, TAM.– Wenceslao Lozano García hijo del fundador del Centro de Apoyo y Educación Especial “Camino Abierto”, el Doctor. Wenceslao Lozano Rendón (+), preocupado como su padre por el bienestar de su hermana Diana Lozano, quien fue la inspiración de Dr. Wenceslao para crean este centro de atención a niños, jóvenes y adultos con capacidades diferentes.
Camino Abierto una institución creada para atención, educación y terapias para personas con síndrome de Down, West, Apert, Autismo, Déficit de atención e Hiperactividad, y parálisis cerebral, sigue creciendo gracias al apoyo de la familia Lozano García, Lozano Coronado, y otros organismos enfocados a brindar apoyo a personas especiales.
“Es un verdadero privilegio el tener la oportunidad de seguir apoyando el trabajo original y permanente que es esta institución, este es un proyecto fabuloso para el espíritu y poder poner un granito de arena y hacer que continúe el proyecto”.
“Básicamente el apoyo es moral, en una buena medida y mi hermana es una alumna de la escuela, y por supuesto la apoyamos en todos los proyectos que desarrolla, en lo que se nos solicita para hacer valer y funcionar la operación de la escuela”, comentó Wenceslao hijo.
Actualmente Diana Lozano, hija del finado doctor Wenceslao, continua estudiando, aprendiendo, y se desarrolla en todas las actividades que se practican dentro de Camino Abierto, incluso forma parte del equipo en el taller de repostería, elaborando hojarascas entre otros productos.
“Siempre fue una mortificación para mi padre el pensar que cuando el falleciera, que iba a ser de su hija, estando consiente es natural los padres se vayan antes que los hijos, y así el pudo identificar, que así como él hay muchos padres en las mismas circunstancias y es una verdadera mortificación para todos, el saber que tendrán que partir primero y dejar a sus hijos indefensos, decidió fundar este centro de apoyo a personas especiales”, comentó.
Una organización de este tipo siempre es de gran apoyo, ya que les enseña hacerse valer, hacerse vivir, no deja de ser un verdadero atenuante para los papas, que les queda cierta confianza y certeza que sus hijos tendrán un oficio, un trabajo que les va a permitir vivir y sobre vivir.
