CIUDAD DE MÉXICO.- Un bebé puede consumir millones de fragmentos de plástico al día si se le prepara su alimento en biberones de polipropileno, advierte un estudio del Trinity College Dublin (TCD) de Irlanda.
Los biberones de este material liberan altos niveles de microplásticos durante la preparación de la fórmula infantil, apunta la investigación publicada en la revista científica “Nature Food”.
Los microplásticos son partículas de un tamaño inferior a 5 milímetros. En general, provienen de la degradación de productos más grandes, como botellas o empaques, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Según el estudio, los biberones de polipropileno pueden liberar hasta 16 millones de estas partículas por litro.
Exponer estas botellas a líquidos calientes, como fórmulas infantiles o el agua que se utiliza para esterilizar estos artículos, incrementa el número de microplásticos que pueden liberarse.
Un biberón de polipropileno con líquido a 25 grados centígrados puede liberar 600 mil partículas por litro, pero si la temperatura aumenta hasta 95 grados centígrados, la cantidad de microplásticos liberados aumenta hasta 55 millones.
Hasta ahora, se desconoce el impacto de estos fragmentos en la salud humana, precisa en un comunicado Liwen Xiao, profesor del TCD.
Ven menos plástico al amamantar
Los científicos calcularon exposición potencial diaria de los bebés al plástico en 48 regiones del mundo con base en el porcentaje del mercado de los biberones de polipropileno, el consumo diario de fórmula infantil y la tasa de amamantamiento.
De acuerdo con la investigación, mientras más baja es la tasa de amamantamiento, más alta es la exposición de los bebés a las partículas de plástico.
En los Países Bajos, por ejemplo, sólo 1 de cada 10 menores es amamantado, por lo que un bebé puede consumir casi 5 millones de microplásticos al día.
Por el contrario, en Bangladesh, el 97 por ciento de los bebés son amamantados, así que están expuestos sólo a 75 mil microplásticos al día.
En México, un menor puede consumir entre 1 y 2 millones de estas partículas al día, pues menos de la mitad de bebés son amamantados, según la investigación.
¿Cómo evitar los microplásticos?
Si bien los millones de microplásticos que pueden consumir los bebés llegan a ser alarmantes para los padres, los investigadores afirman que el nivel de estos fragmentos puede reducirse de forma significativa al seguir recomendaciones de esterilización y preparación de fórmulas infantiles.
Al esterilizar el biberón, se sugiere hervir el agua en un contenedor que no sea de plástico, sino uno de acero inoxidable o vidrio, por ejemplo.
También se aconseja enjuagar la botella con agua esterilizada a temperatura ambiente. Este procedimiento debe realizarse por lo menos tres veces.
Con respecto a la preparación de fórmulas infantiles, los expertos recomiendan calentar el agua a 70 grados centígrados en recipientes que no sean de plástico.
Una vez que se haya disuelto el polvo, hay que dejar enfriar a temperatura ambiente la mezcla para después colocarla en un biberón de alta calidad.
En general, los especialistas urgen a las personas a no recalentar la fórmula en recipientes de plástico y evitar el uso de microondas, no agitar la fórmula con frecuencia ni emplear sonicación para limpiar los biberones.
“Lo último que queremos es alarmar indebidamente a los padres, especialmente cuando no tenemos suficiente información sobre las posibles consecuencias de los microplásicos en la salud infantil”, asegura John Boland, profesor del TCD.
