NUEVO LAREDO, TAM.- Pese a la disminución en los precios de las gasolinas durante la semana por la caída de los precios del petróleo, persiste una diferencia de varios pesos con los precios de Texas.
José Luis Palos Morales, presidente de la Asociación de Gasolineras en Nuevo Laredo, comentó que si los precios de Estados Unidos fueran referencia para los precios mexicanos entonces costarían menos aquí, porque al caerse los precios internacionales del petróleo en estados como Texas se vendió el galón (3.78 litros) en menos de 2 dólares.
Mientras en Nuevo Laredo hay gasolinerías que venden el litro a 13.20 pesos, el galón aquí costaría alrededor de 51 pesos, y en Laredo, un poco menos de 40 pesos con una cotización de 19.20 pesos por dólar.
En nuestra ciudad y el resto de la frontera norte, puntualizó que desde enero de 2019 ha prevalecido una diferencia de 4 pesos más caros aquí en comparación con los precios en Texas.
“Antes los precios de las gasolinas en Texas eran referencia para los precios en la frontera norte de México. A la caída de los precios internacionales del petróleo, los precios en Estados Unidos disminuyeron bastante. Por lo tanto, sigue la diferencia de varios pesos entre los precios de aquí con los precios de Estados Unidos”, explicó.
Los precios de las gasolinas son establecidos por Hacienda y Petróleos Mexicanos (PEMEX) e incluyen los impuestos como el IEPS, considerado como el que mayormente incrementa los precios de las gasolinas, sumado a los costos que agrega PEMEX por el traslado, almacenamiento y distribución hacia las estaciones de servicio.
El 90 por ciento de las gasolinas que se consumen en México son adquiridas por el gobierno federal en Texas y son pagadas en dólares, que junto al IEPS, mantienen precios más elevados comparados con los precios en Texas.
El factor externo que motivó la disminución de los precios de los combustibles es la caída en los precios internacionales del petróleo por el conflicto surgido entre Arabia Saudita y Rusia, países que se niegan a celebrar un acuerdo para disminuir la producción de crudo sino mantienen una sobreproducción en momentos en que existe una baja demanda motivada por la pandemia del Coronavirus COVID-19.
