CIUDAD DE MÉXICO.- El mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, designó el jueves a Lenia Batres, integrante del equipo de asesores jurídicos de la presidencia, como nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia luego de que el Senado rechazara las dos ternas de candidatas que propuso el Ejecutivo en las siempre estuvo su nombre.
La legislación mexicana prevé que, tras esos dos intentos, el presidente puede nombrar directamente al nuevo integrante del máximo tribunal.
Hasta ahora, ningún presidente mexicano había necesitado recurrir a esta vía legal puesto que siempre se habían logrado consensos en el Congreso para nombrar a los ministros.
Tal como adelantó más temprano, López Obrador nombró a la ministra que ocupará la vacante de Arturo Zaldívar, quien renunció en noviembre a su cargo en el máximo tribunal para unirse al equipo de campaña de la exalcaldesa capitalina Claudia Sheinbaum, la candidata del oficialista Morena para las elecciones presidenciales de junio de 2024.
La designación de Batres, consejera adjunta de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, como nueva integrante de la Corte fue anunciada en un comunicado por la Secretaría de Gobernación, que indicó que la abogada tomará juramento el jueves ante el pleno del Senado.
Los senadores rechazaron la madrugada del jueves la segunda terna de candidatas que propuso López Obrador en la que por segunda vez estaba Batres, hermana del alcalde oficialista de la Ciudad de México, Martí Batres, junto a Eréndira Cruzvillegas Fuentes, jefa de la unidad de asuntos jurídicos de la Secretaría de Cultura y Bertha Alcalde, asesora jurídica de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios.
Aunque Morena y sus fuerzas aliadas controlan el Senado, necesitaba de los votos de la oposición —que tiene más de 40 senadores— para alcanzar la mayoría calificada que se requiere para nombrar a los ministros de la Corte.
Desde mediados de noviembre la oposición había adelantado que no apoyaría las candidatas de López Obrador alegando que ninguna cumplía el requisito de independencia.
López Obrador presentó el mes pasado una primera selección integrada por Alcalde, Batres y María Ríos González, consejera jurídica del Ejecutivo Federal.
El proceso para nombrar a la nueva ministra de la Suprema Corte generó preocupación entre especialistas y organizaciones humanitarias que afirmaron que la selección podría afectar la independencia del máximo tribunal.
Al cuestionar el proceso Ana Lorena Delgadillo, directora de la organización no gubernamental Fundación para la Justicia, afirmó que el procedimiento nació “inconstitucional” debido a que la renuncia de Zaldívar se dio sin la justificación debida y lamentó que el Senado no actuara para atender esa situación.
Delgadillo indicó que en este caso no se colocó en el centro del debate la independencia judicial sino que primaron “intereses partidistas”.
Sobre los riesgos que traerá el proceso, la activista, que también forma parte del colectivo “La Justicia que Queremos”, admitió que son preocupantes las acciones de López Obrador para controlar el Poder Judicial y agregó que si la nueva ministra se alinea con el mandatario habrá más decisiones en la Suprema Corte que avalen las posturas presidenciales sin que realmente se cumpla con lo que establece la Constitución.
Zaldívar dirigió el máximo tribunal entre 2019 y 2022 y siempre fue identificado como alguien cercano a López Obrador. Su renuncia se produjo en medio de la tirante relación entre el gobierno y el Poder Judicial, que se ha deteriorado luego de que la Corte invalidara las reformas energética y electoral así como el traspaso de la Guardia Nacional al ejército que impulsó el mandatario.
Entre los 11 ministros de la Corte, López Obrador siempre ha contado con el apoyo de Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel, quien a comienzos de año se vio envuelta en un escándalo por el supuesto plagio de su tesis de licenciatura que aún está pendiente de decisión en los tribunales.
