CIUDAD DE MÉXICO.- El conflicto entre Rusia y Ucrania podría prolongar el restablecimiento de una mejor disponibilidad de chips que demandan diferentes productos en el mundo.
Tanto Rusia como Ucrania producen algunos componentes que se incluyen en los semiconductores, es decir, son proveedores de diversas piezas que se incluyen en dichos artículos, dijo Guillermo Mendoza, director de riesgo y análisis político en Ansley Consultores Internacionales.
En Ucrania se produce 70 por ciento del gas de neón altamente purificado a nivel mundial, el cual se usa para hacer los wafer, los cuales son un componente de los semiconductores, mientras que los rusos suministran partes para software, comentó Mendoza.
“Si este (suministro) se interrumpe, lo que podríamos ver es una prolongación todavía más grande del estrés que están viviendo actualmente las cadenas de proveeduría para chips”, afirmó Mendoza.
De estos insumos existe una distribución a nivel global, que además de la demanda tradicional enfrenta actualmente un problema de escasez, por lo que si algunos fabricantes salen del juego o detienen sus operaciones la oferta se reduciría aún más.
Como en todos los países, las empresas instaladas en México también se han enfrentado a complicaciones en el abasto de chips, así que dicho conflicto aumentaría el estrés en el mercado de semiconductores.
Mendoza advirtió que en el País, los fabricantes de productos como los automóviles o los electrodomésticos probablemente se tendrían que enfrentar a un mercado de chips mucho más competido de lo que ya existe.
A nivel internacional, se vive una escasez de semiconductores que son utilizados para diversos productos, que pueden ir desde un vehículo hasta un celular o computadora.
Se ha estimado que dicha escasez podría comenzar a reducirse a partir del segundo semestre de este año, aunque otros consideran que sería hasta el 2023, por lo que de salir de la industria o al detenerse temporalmente los proveedores como Ucrania o Rusia, se prolongaría la espera para regresar a la normalidad en el suministro de estas piezas que se han convertido en fundamentales.
“En la actualidad, (los chips) forman parte de casi todos los aparatos digitales, por lo que son la base de la industria de la tecnología de la información y juegan un papel importante en las cadenas productivas de diferentes industrias, por lo que la escasez actual de dichos componentes representa un problema económico a nivel mundial”, según el documento “Implicaciones económicas de la escasez de semiconductores” de la consultoría Salles Sainz Grant Thornton.
