CIUDAD DE MÉXICO.- La polémica llegó al Clásico Joven de América contra Cruz Azul para el segundo tiempo, en una jugada entre Ignacio Rivero y Óscar Jiménez, quien tuvo que suplir a Guillermo Ochoa de último momento.
El conjunto celeste atacaba, cuando tras un rebote, Rivero llegó a línea de fondo y fue derribado por el arquero mexicano.
Tras la caída del uruguayo, Pérez Durán se acercó y con un gesto le hizo saber que se había dejado caer, por lo que no marcó nada.
La jugada no fue revisada por el VAR, y pese a que el árbitro lo tomó como un ‘clavado’, no amonestó al mediocampista.
De acuerdo con Felipe Ramos Rizo, colaborador de RÉCORD, la acción si era penal.
El partido terminó con empate a cero goles.