CIUDAD DE MÉXICO.- Mensajes y otros documentos internos de Boeing revelados este jueves muestran a los empleados de la compañía discutiendo los esfuerzos para manipular a los reguladores de seguridad estadounidenses e internacionales, reportó The Washington Post.
“Sí, Dios todavía no me ha perdonado por el encubrimiento que hice el año pasado”, reza un mensaje de 2018.
“Lo sé, pero esto es lo que obtienen estos reguladores cuando intentan interponerse. Impiden el progreso”, refleja otra charla entre los empleados de Boeing, en agosto de 2015.
De acuerdo con el medio, los documentos, que fueron entregados por Boeing a investigadores del Congreso de Estados Unidos, prueban cómo los aviones 737 Max fueron certificados por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) como seguros antes de los dos choques que causaron la muerte de 346 personas.
“(Las comunicaciones) muestran una imagen profundamente inquietante de las distancias que Boeing aparentemente estaba dispuesto a hacer para evadir el escrutinio de los reguladores, las tripulaciones de vuelo y el público que volaba, incluso cuando sus propios empleados prendían las alarmas internamente”, dijo el presidente del Comité de Transporte de la Cámara de Representantes. Peter A. DeFazio, citado por el Post.
El problema cuestionado en algunos de los mensajes era si el entrenamiento en simulador debía ser requerido para los pilotos que vuelan el Max. Boeing hizo todo lo posible para evitar tal requisito, en parte porque sería costoso para sus clientes, según muestran los documentos de la compañía.
En un comunicado, señaló el medio, Boeing dijo que dichos mensajes no reflejan la compañía que son y necesitan ser, pues son completamente inaceptables.
“No hemos encontrado ningún caso de tergiversación de la FAA en relación con las actividades de calificación de su simulador, y seguimos confiando en el proceso regulatorio para calificar estos simuladores”, expresó.
Según Boeing, la FAA dijo que había revisado las más de 100 páginas de documentos y sus expertos determinaron que nada en la presentación señalaba ningún riesgo de seguridad que no se haya identificado como parte de la revisión en curso de las modificaciones propuestas a la aeronave.
