NUEVO LAREDO, TAM.- Junto a la pandemia de Covid-19, otros desafíos frenan el crecimiento del autotransporte de carga, como constantes aumentos en precios de combustibles, escasez de choferes y la excesiva regulación para trabajar.
La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) considera que se acumularon las problemáticas para su sector que hace posible la movilidad de otros sectores productivos, como son automotriz e industria, por eso las empresas transportistas hacen todo lo posible por mantenerse firmes y no cerrar.
La estructura empresarial del autotransporte de carga está mayormente compuesta por micro y pequeñas empresas, del total de los 181 mil 031 permisionarios registrados en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), el 97.4% está compuesto por este tipo de empresas y participan con el 54.2% del total del parque vehicular.
En el país, labora un total de 3 mil 601 medianas empresas y mil 146 grandes, que representan respectivamente el 2% y el 0.6% del total de permisionarios y que en su conjunto cuentan con el 45.8% del parque vehicular.
En 2019 el autotransporte de carga aportó el 3.4% del Producto Interno Bruto y atendió la demanda de 111 ramas de la economía nacional, lo que representó 552 millones de toneladas de mercancías y productos transportados, que equivalen al 81.5% de la carga terrestre y 56.3% de la carga doméstica total, destaca un informe de la CANACAR.
Eduardo Lozano Guajardo, delegado en Nuevo Laredo de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), expuso que sí es positivo el incremento en las exportaciones desde julio del 2020 pero falta tiempo para una recuperación total del comercio exterior y de la economía nacional en general.
Puntualizó que los niveles actuales de traslado de mercancías reflejan una recuperación, pero son inferiores de lo que se venía manejando durante el último trimestre del 2019 antes de presentarse los contagios de Covid-19 en marzo del 2020.
Sobre cuál es el problema que más perjudica, para la CANACAR son todos pero les preocupa el robo de mercancías en varias carreteras del país, donde los productos con mayor demanda por la delincuencia son aquellos de fácil reventa en los mercados negros como alimentos y bebidas, medicamentos, combustible, misceláneos, ropa y zapatos, materiales de construcción e industrial.
