NUEVO LAREDO, TAM. –Precisamente el 17 de marzo del 2020, se anunciaba oficialmente la presencia de la pandemia por el COVID-19, reduciéndose al mínimo las actividades en sus distintas modalidades.
Al no contar con vacunas para la nueva enfermedad, el mundo se convulsionó durante los primeros meses, los contagios crecieron en forma alarmante y los decesos no se hicieron esperar.
Las actividades escolares pasaron de presenciales a virtuales, iniciando con ello una nueva era en la educación. Lo que significó un gran reto tanto para estudiantes como para padres de familia y profesores, pues en muchos hogares se desconocían las plataformas tecnológicas para la conexión, no se sabía cómo manejarlos y en muchos otros casos se carecían de lo básico para ello como pudiera ser un teléfono celular y ni qué decir de computadoras que además pronto escasearon en las tiendas.
En los primeros días de la pandemia, las tiendas de autoservicio de Nuevo Laredo, prácticamente quedaron vacías por personas que compraron grandes cantidades de papel sanitario y agua, las compras de pánico no se hicieron esperar.
Algunos rubros de la economía fueron considerados como no esenciales, dejando con ello sin trabajo a miles de personas, más adelante esto fue reconsiderado y muchas actividades reiniciaron operaciones en forma paulatina.
Las restricciones sanitarias no se hicieron esperar, lavado constante de manos, uso de gel antibacterial, sana distancia y cubrebocas obligatorio, llevó en los primeros días de la pandemia a que estos productos se terminaran en sus lugares de venta y se encarecieran.
Fueron cerradas iglesias al igual que cines y teatros, las calles lucían con muy pocas personas.
Afortunadamente la capacidad de adaptación del ser humano entró en acción, los restaurantes que no podían recibir comensales, iniciaron ventas para llevar sin bajarse del vehículo, así como reparto a domicilio.
Aquí en la frontera, miles de personas que acostumbraban acudir a comprar mandado a Laredo, Texas, le dieron mucha vida al consumo local, proporcionando así al comercio un respiro dentro de toda esta situación.
Tanto así, y que ante el cierre de los puentes fronterizos a los viajes no esenciales, significó un severo daño para muchos negocios de Laredo, Texas, tanto que muchos cerraron y otros, es fecha que apenas van retomando sus actividades.
Aún a estas alturas hay personas que se muestran totalmente incrédulas a la realidad del COVID-19, esto a pesar de que hay miles de familias que tuvieron pérdidas dolorosas a causa de la pandemia.
Sin duda alguna que quienes vivieron esta pandemia, han sobrevivido a un hecho que ya marcó la historia moderna, en una dolorosa experiencia que nos permite saber lo débiles que somos ante lo desconocido.
