CIUDAD DE MÉXICO.-La pandemia del Covid-19 está afectando por lo menos dos terceras partes de los ingresos de Marco, uno de los museos más relevantes del País y Latinoamérica, que hace un llamado urgente al apoyo ciudadano.
La semana pasada, el museo anunció la campaña de crowfunding “Salvemos a Marco”, que acepta aportaciones desde los 30 pesos; también la reducción del sueldo de sus empleados de un 5 a un 50 por ciento.
Taiyana Pimentel, directora del recinto, explicó en entrevista que el museo opera bajo la figura de asociación civil y es una institución público-privada.
“Fue financiado en un portento muy elevado y alto por la empresa Cemex hasta hace 3 años”, expuso quien lidera el recinto desde septiembre del 2019.
“Una vez que decide que ya había apoyado al museo lo suficiente y retira su apoyo total, Cemex pasa a apoyar a Marco a través del grupo de empresarios de Monterrey”.
Actualmente, el recinto recibe ingresos de tres formas, detalló Pimentel. En un 34 por ciento provienen de la renta de espacios, taquilla, ventas de la tienda, cursos y demás actividades.
Un 33 por ciento es aportado por el Gobierno del Estado de Nuevo León y otro 33 por ciento proviene de aportaciones de empresas regias que conforman el llamado “Grupo de los 10”.
Además de dar una aportación anual, cada miembro del Consejo de Directores del recinto se encarga de las gestiones con los empresarios.
“El grupo de empresarios como bloque autoriza un presupuesto anual a Marco”, puntualizó Pimentel. “Tiene una serie de labores filantrópicas, entre ellas estuvo que el año pasado dieron un importante apoyo al museo Marco para ayudarlo en este proceso de transición”, dijo refiriéndose a cuando Cemex dejó de ser el patrono principal.
Regularmente, el museo negocia esas aportaciones en marzo, compartió la directora, pero este año no se ha concretado por las problemáticas del Covid-19.
“Nuestras conversaciones con los empresarios se han visto estancadas porque un museo no es una prioridad ahora, una prioridad son los hospitales, los enfermos, por lo que estamos en una situación grave”, expuso.
“Nos hemos tenido que poner en una lista de espera que no sabemos para cuándo podamos restablecer este diálogo”.
Sin la aportación de los empresarios ni los ingresos que el museo recibe al tener sus actividades e instalaciones abiertas, el recinto no está contando con dos terceras partes de su presupuesto.
Para obtener recursos de la Federación, el museo planea concursar en la nueva convocatoria del Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción de Artes Visuales (Efiartes) del INBAL, y así financiar tres próximas exhibiciones.
A la campaña de crowfunding del museo se han sumado coleccionistas de todo el País y los artistas Rafael Lozano-Hemmer, Pablo Helguera y Pedro Reyes.
“He tenido la fortuna de tener una exposición en Marco, con todo orgullo puedo decir que la calidad museográfica, humana, arquitectónica, de diseño, de los guías, tiene una calidad planetaria”, opinó Lozano-Hemer, quien recientemente exhibió “Presencia inestable”.
“Marco es el pulmón cultural de Monterrey, esto nos incumbe a todos, debemos de tener esa sensación de lo importante que es nutrir a nuestro cerebro con ideas y formas”.
El museo es un espacio donde hay un encuentro entre públicos de distintas edades y debe dejar de vérsele como un espacio elitista o que obedece a un mercado, opinó la crítica de arte e investigadora Rocío Cárdenas.
“Es el museo más crítico que aporta una mirada política al asunto del arte. Las exposiciones nos han hablando de enfermedades, derechos humanos, problemas raciales, el derroche tecnológico, y ningún museo hace eso ni lo está haciendo”, planteó.
Cambio de estrategia
La crisis económica es un problema que viven museos de todo el mundo, como los despidos en el Museo Guggenheim de Nueva York o del San Francisco Museum of Art.
“Es un momento para repensar y reorganizar el modelo de negocios que han estado manejando”, analizó Isa Castilla, experta en mercado del arte y fundadora de Material Art Fair.
“En México no es tan fácil, el reto es: cómo seguir abiertos, crear comunidad, quitar lo que está extra, dejar lo que deja ingresos y lo que no, por un rato pararlo para poderse recuperar”.
A futuro, el museo tendrá que ser más agresivo en su campaña de búsqueda de fondos, señaló su directora Taiyana Pimentel.
También tendrá que comprometer más a la sociedad con la institución.
“Apenas hemos tenido dos años de transitar de ser un museo sustentado en la economía de una empresa, a convertirse en un museo que tiene que convencer a todos los empresarios de la región en que es la institución de arte contemporáneo más importante del norte del País y es una labor que lleva tiempo”.
Por otro lado, el museo debe apostarle más a un programa de exposiciones con artistas nacionales que figuran a nivel internacional, pues eso permite no bajar la calidad y reducir costos.
“Afortunadamente, hoy en día en México tenemos artistas nacionales pero de talla internacional que nos permiten realizar exposiciones de un alto calibre, sin necesidad de recurrir a costos tan altos de exposiciones importadas”.
Para apoyar al museo se pueden hacer donaciones desde los 30 pesos en www.inixar.com/proyectos/salvemos-a-marco. La meta son 5 millones de pesos.
