NUEVA YORK.- El expresidente Donald Trump dejó entrever el jueves a dirigentes empresariales que sus planes de incrementar los aranceles a las importaciones extranjeras resolverían retos aparentemente no relacionados, como el creciente costo del cuidado infantil en Estados Unidos.
El candidato presidencial del Partido Republicano prometió encabezar lo que llamó un “renacimiento económico nacional” por medio de un aumento a los aranceles, reduciendo las regulaciones para impulsar la producción de energía y recortando drásticamente el gasto público, así como los impuestos corporativos para las empresas que manufacturan en Estados Unidos.
En su comparecencia ante el Club Económico de Nueva York, se le preguntó a Trump acerca de sus planes para reducir el costo de las guarderías con el fin de ayudar a un mayor número de mujeres a incorporarse al mercado laboral.
“El cuidado infantil es el cuidado infantil, es algo que hay que tener en este país. Hay que tenerlo”, manifestó. A continuación, dijo que sus planes de gravar con impuestos más altos las importaciones de países extranjeros “se encargarían” de esos problemas.
“Van a ingresar billones de dólares, y por mucho que se hable de que el cuidado infantil es costoso, en términos relativos no es muy caro, comparado con el tipo de ingresos que tendremos”, dijo.
Trump ha defendido los aranceles para atraer a los votantes de clase trabajadora que se oponen a los tratados de libre comercio y a la subcontratación de fábricas y puestos de trabajo. Pero en su discurso del jueves, y en el conjunto de sus planes económicos, Trump ha hecho una promesa más amplia —y para algunos, inverosímil– relacionada con los aranceles: que pueden recaudar billones de dólares para financiar su programa sin que esos costos se trasladen a los consumidores en forma de precios más altos.
Su campaña ataca las propuestas de la candidata demócrata Kamala Harris de aumentar los impuestos a las empresas, diciendo que, a la larga, recaerían sobre los trabajadores en forma de menos puestos de trabajo y menores ingresos. Sin embargo, los impuestos sobre las importaciones extranjeras tendrían un efecto similar, ya que las compañías y los consumidores tendrían que absorber esos costos en forma de precios más altos.
Estados Unidos tuvo importaciones por 3,8 billones de dólares el año pasado, según la Oficina de Análisis Económico. En el pasado, Trump ha hablado de imponer aranceles universales de al menos 10% o más, aunque no ha dado detalles sobre cómo se aplicarían estos impuestos.
Kimberly Clausing, economista de la Universidad de California, campus Los Ángeles, ha advertido repetidamente en análisis económicos sobre el probable daño que los aranceles de Trump causarían a las finanzas de los ciudadanos, y señaló que Trump quiere financiar todo con aranceles, lo cual es imposible.
“Creo que Trump ya ha gastado estos ingresos para financiar sus recortes tributarios (algo que no hacen), o tal vez para abolir el impuesto sobre la renta (que no pueden)”, dijo en un correo electrónico. “No está claro cómo habría algún ingreso restante para financiar el cuidado infantil”.