NUEVO LAREDO, TAM.- Después de casi tres años, este 22 de febrero se llevó a cabo el “Miércoles de Ceniza”, con una gran respuesta en la Sagrada Misa que dio inicio a la Cuaresma 2023, en la Catedral del Espíritu Santo, donde se llenó de fieles creyentes, en su mayoría alumnos de diferentes colegios.
“El llamado a toda nuestra ciudad, a los hombres y mujeres de buena voluntad, pero en especial a los católicos para unirse como iglesia universal e iniciar nuestro camino a la Cuaresma que será un camino de cuarenta días. Prepararnos para celebrar, como lo hacemos año con año, la Semana Santa”, comentó monseñor Enrique Sánchez Martínez, Obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo.
Así mismo dijo que en todas las iglesias se tendrá un programa eclesiástico propio donde se estarán realizando misas. Esto, incluso, en las comunidades donde solo hay capillas. De igual forma podrán acudir los feligreses y escuchar misa, y prepararse en el camino para la Semana Santa.
Poco antes de las 08:00 de la mañana de este miércoles, la Catedral abrió sus puertas a los fieles, que en su mayoría eran niños, maestros y padres de familia de los mismos menores, todos con la finalidad de escuchar la Santa Misa y ‘tomar’ la Ceniza.
Todos muy puntuales y con una gran alegría llegaron hasta la Catedral, para esperar la misa que ofició el Obispo Enrique Sánchez, para después y luego de 3 años recibir la cruz de Ceniza en la frente, ya que en la celebración anterior se espolvoreó ceniza sobre la cabeza de los feligreses.
En esta ocasión en la Catedral, como en otras iglesias, la asistencia de feligreses fue mucha, ya que sin duda la fe y el agradecimiento a Dios, era necesario en las misas donde pueden acudir a hacer oración, a hacer peticiones, y sobre todo a consolidar su compromiso con la fe católica.
El Obispo Enrique Sánchez, hizo el llamado a la feligresía para que hagan ayuno, para que se acerquen más a la iglesia, y sobre todo disfruten y tengan una buena Pascua, siguiendo con la preparación para estas celebraciones.
“La Pascua significa un tiempo de reflexión, un tiempo para vernos y analizarnos a nosotros mismos, y confrontarnos con lo que Dios nos pide, o lo que Dios quiere de nosotros y para nosotros”, concluyó monseñor Enrique Sánchez.
