Nuevo Laredo, Tam.- Definitivamente, la nueva normalidad, poco a poco va dejando que la ciudadanía vuelva a sus actividades al aire libre. En un recorrido por el panteón Jardín de los Ángeles, al sur de la ciudad, pudimos percatarnos del gran movimiento de familias visitando las tumbas de las reinas del hogar que han partido de la vida terrenal.
Durante casi tres años era poca la gente que, pensando precisamente en las restricciones sanitarias, se aventuraban a visitar los panteones. Siguiendo con esta tradición, de no abandonar a sus seres queridos, este 10 de Mayo se apreciaba cómo una gran cantidad de ciudadanos visitaban tumbas de sus madres, abuelas, hermanas, mujeres que dejaron huella en este mundo y que los hijos aún las extrañan.
En un conjunto de tumbas, conformadas por familiares de diferentes apellidos, pudimos ver cómo dos adultos mayores, con amor y dedicación, lavaban y arreglaban la morada de sus seres queridos.
Uno de los visitantes, Arnulfo Tejada, acudió a la tumba de su señora madre y su esposa, recordándoles con mucho amor y cariño, llevándoles flores para recordarlas como las grandes madres que fueron tanto para él como hijo como su esposa para sus hijos.
La familia García Vela, también dedicaron tiempo, para visitar, lavar y arreglar las tumbas de quienes les dieron la vida. Y, ahora que han partido, les corresponde no olvidarla y demostrar su amor y que se le extraña dando la atención merecida a su última morada.
El 10 de mayo para muchos es sin duda inolvidable, de muchos recuerdos, mucho dolor, pero al mismo tiempo de alegría, porque se recuerda a esa mujer que a parte de darnos la vida nos dio su tiempo, amor, comprensión y cariño.