Rusia niega tener intenciones de invadir, pero exige que la OTAN prometa jamás incorporar Ucrania, cese sus despliegues cerca de la frontera rusa y retire sus fuerzas de los países de Europa Oriental.
Putin no ha ofrecido comentarios públicos sobre la respuesta de Occidente, pero el ministro del Exterior, Sergey Lavrov, dijo que esta no deja pocas posibilidades para lograr un acuerdo.
La medida se produce poco más de un año después del arresto de Navalny, un hecho que desencadenó las mayores protestas en todo el país en años.
Ante los temores de un inminente ataque a Ucrania, Rusia ha redoblado la apuesta con el anuncio de más maniobras militares en la región
Ambos países han unido fuerzas para respaldar al presidente sirio Bashar Assad, ayudando a su gobierno a recuperar el control de gran parte del territorio del país después de una devastadora guerra civil.
La medida se produce en un momento en que Rusia afronta otro repunte de casos de Covid-19, esta vez impulsado por la rápida propagación de la variante ómicron, altamente contagiosa.
Hablando ante los reporteros el lunes, el ministro ruso del Exterior Sergey Lavrov dijo que la afirmación estadounidense es una 'desinformación total'.
Las concesiones potenciales son complicadas por el hecho de que ni Putin ni el presidente estadounidense Joe Biden quieren ser vistos haciendo concesiones, ni ante sus propios ciudadanos ni ante las audiencias extranjeras.
Los servicios estadounidenses de inteligencia han determinado que Rusia ya ha enviado a agentes entrenados en guerra urbana, que utilizarían explosivos para ejecutar actos de sabotaje contra sus propias fuerzas aliadas
En medio de las tensiones, Ucrania sufrió el viernes un ciberataque masivo que afectó a las páginas web de varias agencias gubernamentales.
