Tras el fallo de la corte, se le colocó una tobillera electrónica de monitoreo, a pesar de sus objeciones de que tiene diabetes y que no debería usarla.
El retirado astro del fútbol brasileño, de 40 años, es investigado por el delito de posesión de un pasaporte falso, con el que ingresó a Paraguay a comienzos del mes pasado.