Nuevo Laredo, Tam.— El abandono en obra pública en Nuevo Laredo es cada vez más evidente, con calles intransitables y enormes socavones que representan un riesgo para automovilistas y peatones. Bajo el gobierno de Carmen Lilia Canturosas Villarreal, los ciudadanos continúan esperando la reparación de estos desperfectos, que fueron reconocidos por la propia alcaldesa en noviembre de 2024.
Durante una junta de Cabildo en ese mes, Canturosas Villarreal admitió la existencia de al menos 250 socavones en diferentes sectores de la ciudad, destacando el caso crítico de la calle Madero, donde tan solo en el tramo entre las avenidas Lerdo de Tejada y Aquiles Serdán se registran tres enormes hoyancos. Sin embargo, a casi dos meses del 2025, estos siguen sin ser atendidos.
“Nos dijeron que serían arreglados este año, pero aquí siguen abiertos, cada vez más grandes y peligrosos”, expresó Jorge Ramírez, un automovilista que a diario transita por la zona. Vecinos del sector también han manifestado su preocupación, ya que los socavones han provocado accidentes y daños a vehículos.
Lo que más indigna a la población es que, pese al millonario presupuesto del municipio, superior a los cinco mil millones de pesos, las calles de Nuevo Laredo continúan en deterioro. “No entendemos en qué se están gastando el dinero, porque en la ciudad no se ve obra pública”, comentó la señora Patricia López, residente de la colonia Zaragoza.
Mientras tanto, el riesgo para los ciudadanos sigue latente, sin señales de trabajos de reparación. La falta de acciones concretas por parte del gobierno municipal refuerza las críticas hacia la gestión de Canturosas Villarreal, quien en repetidas ocasiones ha asegurado que su administración trabaja por el bienestar de Nuevo Laredo, pero la realidad de sus calles cuenta otra historia.
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