CIUDAD DE MÉXICO.- La presidenta Claudia Sheinbaum condenó el martes la incursión que realizaron policías mexicanos al territorio de Guatemala para perseguir a presuntos delincuentes y planteó que los agentes implicados en el hecho deberían ser sancionados.
“No se puede violentar la soberanía de un país”, dijo Sheinbaum en su conferencia matutina al rechazar de manera enérgica la operación que realizaron agentes del estado sureño de Chiapas que ingresaron el domingo al territorio guatemalteco con al menos tres vehículos blindados y artillados para perseguir a supuestos criminales.
En ese sentido, la mandataria expresó que los policías mexicanos implicados “deben ser sancionados” y más tarde envió una nota diplomática a Guatemala para expresar su disculpa por lo sucedido.
Horas después, la Cancillería de Guatemala informó en un comunicado que entregó una nota de protesta a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México por la incursión de elementos de las Fuerza de Reacción Inmediata (Pakal) de Chiapas al territorio guatemalteco y pidió a las autoridades mexicanas investigar “este grave incidente”, así como el respeto recíproco en las zonas fronterizas.
Las autoridades de Chiapas confirmaron el lunes que durante la operación murieron en territorio mexicano cuatro hombres armados que estaban supuestamente implicados en el ataque ocurrido el 2 de junio en el municipio de Frontera Comalapa, donde murieron cinco agentes policiales. Tras el choque armado se dio una persecución que se inició en el territorio mexicano y que culminó en el poblado guatemalteco de La Mesilla, cercano a la frontera.
El secretario de Seguridad de Chiapas, Óscar Aparicio Avendaño, dijo a The Associated Press que los fallecidos fueron identificados como presuntos integrantes del Cártel Chiapas-Guatemala, un brazo armado del Cártel Jalisco Nueva Generación que opera en esa zona fronteriza.
Ante el incidente Sheinbaum anunció que para atender los temas de seguridad en la frontera que comparten México y Guatemala se reforzará un grupo binacional para coordinar las acciones. “Cada quien debe trabajar en su propio territorio y establecer las formas de coordinación”, agregó.
Guatemala también abrió una investigación sobre los hechos y dijo el lunes en un comunicado, difundido por la oficina de Relaciones Exteriores, que no se toleraría la vulneración de las fronteras, las amenazas de violencia a la población y la participación de cualquier miembro de las fuerzas de seguridad en ese tipo de eventos.
La localidad de Frontera Comalapa —en los límites con Guatemala— es crucial para las organizaciones criminales, ya que allí inician dos de seis rutas de armas, drogas y migrantes que van desde Centroamérica hacia México y Estados Unidos, según la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana.
En medio de las tensiones generadas por el incidente fronterizo, Ramírez Aguilar acusó el lunes a las fuerzas de seguridad guatemaltecas de estar coludidas con la delincuencia, a partir de uno de los vídeos difundidos en el que se ve un vehículo del ejército guatemalteco —un Jeep J8 blindado como los que Estados Unidos donó a Guatemala — que estaría operando como escudo para los criminales durante el enfrentamiento con los policías mexicanos.
Al ser preguntada sobre los señalamientos del gobernador oficialista, Sheinbaum dijo que si hay alguna denuncia particular “pues que se vea a este nivel de coordinación de seguridad entre los dos países”.
