Nuevo Laredo, Tam.— El menor de edad que fue secuestrado y torturado por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y que ante la presión de su madre que los confrontó fue liberado y abandonado en una brecha cercana del Libramiento Mex 2, narró los momentos de terror y pánico que vivió durante el plagio a manos de los militares.
“Me tiraron un golpe y de volada me vendaron -los ojos- y me subieron a un camión grande, adentro me empezaron a decir que pusiera a los halcones y que yo sabía dónde estaban, me traían dando vueltas y me estaban asfixiando con una bolsa”, dijo Ángel Juan Pablo Solis Guerrero, de 16 años.
La nueva víctima de abuso de autoridad, secuestro y lesiones a manos de los soldados, mencionó que el personal militar estuvo revisando su celular, al mismo tiempo le preguntaba dónde estaban las conversaciones, pero como no traía nada ilícito, tal parece que eso lo enfureció.
“Me asfixiaron con una bolsa, me llegaron a dar dos pastillas primerito cuando me subí y me empecé a marear y perdí la conciencia”, narró la víctima mientras convalecía en un hospital de la localidad.
El jovencito reveló que además de los golpes y la tortura que vivió a manos de los militares, fue amenazado de muerte, además de que lo obligaron a tomar dos pastillas, -al parecer drogas-, que lo hicieron perder el conocimiento.
Ángel dijo que teme por su vida, pues antes de ser liberado por los soldados que lo mantuvieron secuestrado, fue amenazado pues su captores le tomaron fotografías, además de que no le entregaron ni su celular ni sus pertenencias.
Por tal motivo, hace responsable de cualquier situación que le pueda pasar a él o a su familia al personal militar de esta frontera.
Además de que una vez que sea dado de alta del hospital, acudirá a las Fiscalía General de la República (FGR) a interponer una denuncia formal por secuestro, tortura, lesiones y lo que resulte en contra de la milicia y al Comité de los Derechos Humanos para solicitar su intervención.
El viernes por la tarde, Ángel Juan Pablo Solís Guerrero, de 16 años, salió de su trabajo en el Libramiento Mex II a la altura de la colonia Oradel, cuando al estar en su camioneta Isuzu Rodeo 2005, fue rodeado por personal militar, y luego subido a un camión blindado.
El jovencito momentos antes se comunicó con su madre, Isabel Solís Guerrero, a quien le pidió ayuda porque no traía gasolina y la mujer llegó cuando los militares salían huyendo, llevando secuestrado al menor.
Guiada por su corazón y amor de madre, Isabel Solís acompañada de dos hijas, menores de edad y familiares, se dedicó a buscar a su hijo, deteniendo a los convoyes militares que se encontraba en su trayecto.
La mujer alcanzó a ver los tres últimos números del camión blindado, 613 y lo anduvo rastreando en su vehículo, siguiéndolos hasta cerca del Puente Internacional III, donde se regresaron hasta la Carretera a Piedras Negras.
En la rotonda donde convergen la Carretera a Piedras Negras, Segundo Anillo Periférico y Colosio Norponiente, el personal militar se detuvo e impidió que la familia siguiera al camión blindado, en donde huyeron hacia el monte los soldados que lo tripulaban y traían secuestrado al menor.
En el lugar el personal militar cerró la circulación y enfrentó a la madre de familia, familiares y amigos del menor, asegurando que ellos no tenían en su poder a Ángel Juan Pablo.
Más tarde, el menor fue localizado y trasladado a la Clínica Laredo, donde fue atendido por personal médico de guardia.