CIUDAD DE MÉXICO.-El argentino Emiliano Martínez y su Aston Villa resultaron un rival ‘easy’ para el Wolverhampton, que se impuso 2-1 aunque sin Raúl Jiménez.
Horas después de que saltara como niño y catalogara como fácil el juego contra México en el Mundial, el portero ni las manos metió en la derrota en el Estadio Molineux.
El Aston Villa coleccionó calamidades, por eso se estancó a mitad de tabla con 36 puntos, mientras que los Wolves tienen 49 y aún mantienen esperanzas de puestos europeos, como séptimos provisionales.
El primer infortunio se produjo apenas al 6′, cuando John McGinn se resbaló en la media cancha y tirado atestiguó el contragolpe local, cuadro que habría de aprovechar un segundo patinón, ahora de Ezri Konsa, para que progresara la jugada que terminó con la anotación de Jonathan Castro Otto.
Nada le salía al Aston Villa, que al 13′ tuvo que sustituir a Lucas Digne por Ashley Young, quien al 36′ habría de marcar un autogol, eso sí, muy lindo, tras mandar la pelota al ángulo superior izquierdo y dejar inmóvil al ‘Dibu’ Martínez.
La defensiva visitante traía un carnaval. De milagro no se fueron al descanso más lastimados, gracias a que ni Fabio Silva ni Trincao salieron muy finos a la cancha.
La mala fortuna era contagiosa en todas las líneas, por eso Ollie Watkins falló dos mano a mano, uno al cruzar demasiado su disparo y otro al perder el duelo contra el portero José Sá.
No obstante, el árbitro puso dramatismo al partido al regalar un penal al Aston Villa en los minutos finales, en una jugada en la que Watkins se estrelló contra el guardameta Sá; el propio delantero acertó desde los once pasos.
Los Wolves estuvieron eufóricos tras consumar la victoria contra los comandados por Steven Gerrard, un resultado que les permite soñar aún con puestos para competencias europeas.
