ROMA (AP) — El emperador Constantino, el gobernante del siglo IV cuya aceptación del cristianismo ayudó a difundir la fe cristiana por todo el imperio romano, tiene ahora una estatua reconstruida, digna de su imponente papel en la historia.
Las autoridades romanas develaron el martes una réplica colosal de 13 metros de la estatua de sí mismo que Constantino encomendó después del 312 d.C. Fue realizada mediante tecnología 3D a partir de escaneos de nueve enormes fragmentos originales de mármol que aún existen.
El resultado es la imponente figura de un emperador sentado, envuelto en una túnica dorada, sosteniendo un cetro y un orbe y contemplando su Roma desde un jardín lateral de los Museos Capitolinos. La estatua reconstruida se encuentra a la vuelta de la esquina del patio del museo donde se encuentran los fragmentos originales de los pies, las manos y la cabeza de Constantino, que atraen a multitudes de turistas.
Reconstituida en su totalidad original, provoca asombro y temor entre los espectadores que la miran desde abajo, tal como Constantino esperaba que sucediera con sus súbditos, dijeron funcionarios en la ceremonia de develado.
“En esta estatua no sólo hay belleza, sino que está la violencia del poder”, dijo Salvatore Settis, arqueólogo e historiador del arte que es miembro del comité dirigente de la Fondazione Prada, el ala cultural y educativa de la casa de modas con sede en Milán que financió el proyecto.
Funcionarios rechazaron decir el costo de la iniciativa, pero la réplica es obra de la Fundación Factum, una organización sin fines de lucro con sede en Madrid que crea réplicas digitales de alta resolución del patrimonio cultural del mundo.
“Esta dinámica de cómo se usa la tecnología para transformar nuestra comprensión y la importancia del patrimonio cultural es la misión central de la Fundación Factum”, dijo el fundador del grupo, Adam Lowe.
El cuerpo de la estatua está hecho de resina, poliuretano y polvo mármol; la túnica dorada es de yeso enchapado en oro.
Se instalará una segunda versión de la estatua en el noreste de Inglaterra, donde Constantino fue guardián de la fortificación del Muro de Adriano antes de ser coronado emperador en Roma.
