Son más en el país los que no quieren que haya regreso a clases presenciales en agosto.
Y es que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya ha dicho que habrá regreso a clases presenciales en el mes de agosto siguiente.
Que llueve, truene o relampaguee los niños regresarán a las aulas a recibir la educación que ha sido durante toda la pandemia a través del método de educación a distancia, por internet pues.
Sin embargo, una encuesta nacional que es dada a conocer por El Financiero (periódico), revela que el 62 % está en desacuerdo con esta idea.
Por lo que los padres de familia y maestros no quieren que se regrese a clases presenciales aún, mientras no haya mejores condiciones sanitarias para ello.
Y es que se señala que el rechazo al regreso a clases presenciales va de la mano con la percepción de que los contagios por Covid-19 están al alza, y se piensa que todavía hay mucho peligro de muerte.
Cambiando de tema, les comento que los que anduvieron en Tamaulipas fueron Marko Cortés (presidente nacional del PAN) y Santiago Creel (diputado federal electo).
Así lo demuestra una imagen que el propio presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN) publicó en sus redes sociales.
Marko Cortés acompaña la fotografía publicada este martes 27 de julio de 2021 con un texto que dice “En Tamaulipas, vamos juntos y con todo a cuidar lo avanzado en energías limpias, atracción de inversión y generación de empleo. En Acción Nacional seguiremos unidos y fuertes por un México mejor, demostrando que sí hay de otra forma de gobernar”.
Con el mensaje del líder nacional panista, y con su presencia en Tamaulipas, el PAN da un fuerte espaldarazo.
POBRE RESPUESTA
Así fue, una pobre respuesta del gobierno federal para ayudar a los damnificados en Matamoros por las lluvias registradas del 6 al 9 de julio y que provocaron severas inundaciones.
Resulta que el gobierno del estado sí ayudó con despensas y medicamentos a los damnificados, pero solicitó al gobierno federal que se emitiera la declaratoria de emergencia.
Para que Matamoros (por cierto, gobernada por MORENA) accediera a presupuesto de desastres, pero después de 9 días en que se solicitó la declaratoria de emergencia, el gobierno federal solamente envió 226 despensas para 135 mil familias damnificadas y 2 mil 947 láminas, 907 cobertores, 907 colchonetas, 10 mil costales, 226 kits de limpieza, 226 kits de aseos personal y 7 mil 256 litros de agua.
La verdad es que fue de risa esa ayuda humanitaria, fue una pobre respuesta, y se evidenciaron dos cosas, primero, que es bueno mejorar los fideicomisos de ayuda a la gente cuando hay desastres y no debilitarlos o de plano desaparecerlos. Y segundo, que se debe devolver a las entidades un poco de lo mucho que recaudan de dinero en sus tierras por su labor productiva y lo envían a la Ciudad de México a las arcas del gobierno federal.
Los estados tienen derecho y más cuando se envía mucho dinero como Tamaulipas lo hace a favor del sostenimiento de la federación.
Total, que los de la capital del país se vieron muy “codos” enviando tan poco y los del gobierno de MORENA de Matamoros se vieron tan mal porque no lanzaron ni una sola queja de esa pobre ayuda del gobierno central debido a que prefieren callar a levantar la voz contra el gobierno federal.
No se trata de simpatías políticas, ni de criticar a personajes, se trata de que se ofrezca una eficiente ayuda, a la que está obligado el gobierno federal a proporcionar, pero que desgraciadamente sólo quiere operar programas federales sociales que han sido calificados como clientelares.
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